domingo, 3 de enero de 2016

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 4 - El Diario ( 58 )

El Zebedeo , nervioso , tenía los ojos fijos en los cinco galileos que compartian la mencionada mesa y que , en compañía de un sexto individuo , que permanecia de pie y ligeramente  recostado sobre los hombros de uno de los bebedores  , cuchicheaban entre sí , lanzando provocativas miradas hacia María y su compañero . No pregunté , pero , a juzgar por la sombra de tristeza que velaba los ojos de la Señora y el fuego que manaba de los de Juan , supuse , con acierto , que los felah eran antiguos conocidos y , lo que era peor , enconados enemigos del Maestro y de sus seguidores . Al examinar el rostro del que se encontraba de pie empecé a comprender la dura acusación propinada por el Zebedeo al << oso >> de Caná . El ojo izquierdo del hombre aparecía cubierto por un negro parche de metal . Aquel , sin duda , era el tuerto al que Bartolomé no parecía profesar demasiada simpatía . Un sucio y pringoso mandil de cuero y un manojo de llaves colgando del cuello le delataban como el tabernero jefe de la posada . Desde ese momento , a efectos de Caballo de Troya , el albergue fue << bautizado >> como << el del tuerto >>.
María , en un intento de disipar la tensión , aconsejó a Juan que evitara las miradas de los campesinos . Y empujándole suavemente le condujo hasta las ánforas . Allí , a media voz , me explicó que aguardaban la vasija con el agua y la sal y que , al reconocerles , << el maldito posadero , como en ocasiones precedentes , la había emprendido con ambos , mortificándoles con sus groseras bromas en torno a Jesús  y , en especial , al milagro de Caná  . Juan , a petición de la Señora  , se contuvo pero , si la espera se prolongaba  , no tendrían otra solución que prescindir del remedio y abandonar el lugar .m << Esta gente - manifestó la mujer reprimiendo la rabia - es capaz de todo ...>> Y durante  unos minutos  permaneció absorta , jugueteando con la rosa labrada en una de las asas de las ánforas . ( Firma o marca caracteristicas de las vasijas originarias , como aquellas , de la isla de Rodas . )
Al advertir la aparente indiferencia de mis acompañantes , el tuerto y sus compinches arreciaron en sus maledicencias y risotadas , haciendo chanzas y juegos de palabras con el << agua >> y el << vino >> , hasta el punto de llamar la atención de los comensales de las mesas inmediatas .
Autor : J.J.benitez
Un abrazo
Antonio martinez

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