jueves, 7 de enero de 2016

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 4 - El Diario ( 79 )

Entre maldiciones , la mayor parte dirigida  a este explorador  , Juan colocó la mano del << oso >> sobre su rodilla izquierda . Y haciéndose con el gladius  escupió sobre la punta  , limpiándola con el filo de la túnica  . Ordenó a la mujer que sujetara  la muñeca del compañero y , sin pérdida de tiempo , practicó una incisión lineal sobre las huellas de la mordedura , sobrepasándola  ligeramente e hiriendo hasta una profundidad de unos 0,5 centímetros . Bartolomé  , aunque amodorrado , reacionó y , con claros problemas de dicción , pidió a su compañero que utilizase << la piedra >> . Y el Zebedeo , cayendo en la cuenta de su error , profirió un nuevo exabruto , culpándome de su despiste  . Y mientra María  rebuscaba afanosamente  en el petate de viaje de Natanael , el << hijo del trueno >> , ciego de ira  , fue a clavarsu espada entre mis sandalias , fulminándome con la mirada .
La aparición de una piedra negra  , de unos diez centímetros y de naturaleza volcánica en las temblorosas manos de la Señora cortó , momentaneamente , la peligrosa violencia del Zebedeo . Una vilencia que , por supuesto , disculpé . Aquel cimbreante gladius , a mis pies , representaría la definitiva ruptura entre la mayor parte de los << íntimos >> y el << griego de Tesalónica >>...
Aquellos hombres , que conocían a la perfección los peligros  de los caminos de  Israel , viajaban preparados  para estas y otras contingencias  . La misteriosa piedra negra era buena prueba de ello .
Juan la tomó en sus manos  y situándola sobre las marcas de los dientes friccionó con fuerza la zona  , escoriando la sangrante piel . Acto seguido , inclinándose sobre la herida  , succionó enérgicamente , escupiendo una mezcla  de sangre y de líquido amarillento . En este último reconocí  el veneno de víbora .
Instintivamente pensé en la boca del Zebedeo . Pero me contuve . En aquellas circunstancias  no hubiera escuchado siquiera mis consejos . Si su lengua  o encías , por ejemplo , presentaban alguna lesión  abierta  , el veneno succionado podría  ingresar en su organismo  , compartiendo los riesgos de su compañero . A primera vista no parecía el caso . ( Si el veneno era ingerido involuntariamente y pasaba al estómago , aquél resultaba neutralizado. )
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

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