jueves, 16 de junio de 2016

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 5 - del 4 al 14 de mayo ( 175 )

El resto de la semana , hasta el lunes , 15 de mayo , discurrió en un tensa calma .
La advertencia de Civilis afectó a Eliseo más que a mí mismo . A decir verdad , nada de los sucedido en Cesarea le alarmó tanto como la posible amenaza de Poncio . Y supongo que llevaba razón  . Si se cumplía el pronóstico del centurión , y el loco ordenaba la caza y captura  de quien esto escribe , el final de la misión << oficial >> y nuestro añorado sueño - acompañar al Maestro la totalidad de su vida de predicación - podían sufrir un serio revés .
Y extremamos las precauciones . En especial , a partir del día clave : el 13 , sábado .
Para empezar , las salidas de este explorador fuera de la << base -madre - tres  >> fueron drásticamente recortadas .
Sólo el jueves , 11 , y tras vencer la lógica resistencia de mi hermano , tuve ocasión de avandonar el Ravid con el fin de visitar a mi viejo amigo , el padre de los Zebedeo . Amén de recuperar los valiosos papiros que le confié , necesitábamos afinar algunos detalles en torno al inminente viaje a Jerusalén y al necesario canje del ópalo blanco .
El construtor de barcos se alegró al recibir en su casa al << poderoso mago >> . Como me temía , las noticias sobre el << prodigio >> en el patio de la guarnición romana de Nahun no tardaron en rodar por el yam . Y lamentablemente , cuando llegaron a oídos del Zebedeo , ya no eran cuatro las palmeras datileras << desaparecidas >> , sino un bosque entero y buena parte de la odiada soldadesca
Por fortuna , Zebedeo padre se mostró escéptico ante aquellas fantásticas versiones . Y elogié su sensata actitud .
Respecto al proyectado desplazamiento a la Ciudad Santa , convino conmigo que , efectivamente , era más seguro , aunque no tan rápido , llevarlo a cabo arropado por una de las múltiples caravanas que partían de Nahum o Tiberíades o que pasaban  a diario por la costa occidental del lago . Por una módica cantidad , muchos viajeros y peregrinos se unían a estos << convoyes >> de carga , marchando así con in mínimo de protección.
En esos momentos no consideré oportuno entrar en mayores explicacionés sobre la auténtica y secreta razón que me impulsaba a viajar en compañía : La amenaza del gobernador .
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

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