lunes, 20 de junio de 2016

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Final del tomo 5 - 18 de mayo , jueves ( 17 )

Y recorriendo todas y cada una de las caras de los angustiados discípulos , añadió :
- Servidlos con el ejemplo ... Y enseñad a los hombres con los frutos espirituales de vuestra vida . Enseñadles la gran verdad...
Y dejó correr el silencio .
- Incitadlos a creer que el hombre es un hijo de Dios .
Nueva pausa . Y los corazones se detuvieron .
- ¡ Un hijo de Dios !
Y el mensaje - el gran mensaje - sonó << 5 x 5 >> : fuerte y claro .
¡ Roger ! ¡ Mensaje recibido !
- El hombre es un hijo de Dios y todos , por tanto , sois hermanos .
Y levantando el rostro cerró los ojos . Y se bebió el azul del cielo .
Y al abrirlos vi en ellos el universo.
- Recordad todo cuanto os he enseñado y la vida que he vivido entre vosotros ...
Y adelantándose , fue a posar las manos sobre la cabeza de los atónitos galileos .
- Mi amor os cubrirá.
Y la frase fue repetida once veces . Mejor dicho , doce . Porque , al concluir , avanzó hacia quien esto escribe . Y al llegar a mi altura , en un gesto típico , depositó las manos sobre mis hombros .
Y susurró :
- Mi amor os cubrirá ...
Y aquellas palabras - al rojo blanco - me marcarían para siempre.
¡ Hasta muy pronto !
Y con un certero guiño de complicidad me ahogó en una sonrisa .
Y dando media vuelta , dirigiéndose de nuevo a sus íntimos , concluyó
- Y mi espíritu y mi paz reinarán sobre vosotros .
Y alzando los brazos gritó  :
- ¡ Adiós !
Y súbitamente desapareció .
Y lo hizo en un impecable silencio . Como una lágrima inmolada al sol .
Podían ser las siete horas y cincuenta minutos ...
Y durante un tiempo (?) - quién puede medir nada en semejantes circunstancias -, los << doce >> nos miramos atónitos .
Nadie lo buscó . Ni en los cielos , ni entre los olivos , ni en la senda ...
Nadie habló .
No hubo lamentos , gemidos o protestas .
Y en el aire de los corazones quedó aquel pañuelo blanco flotando como un definitivo adios .
¿ Definitivo ?
¡ No !...
Y a partir de esos momentos , los recuerdos son confusos y atropellados.
Sólo puedo decir que retorné a la ciudad y que , embriagado por una intensa emoción , cabalgué sin descanso ..
<< ¡ Hasta pronto ! >>...
Si , era la señal .
Ni me fijé en los << dorados >> cascos de poseidon - la última travesura de Juan Marcos -, ni reparé en la perentoria necesidad de canjear el ópalo blanco por dinero ...
Mi única obsesión era galopar , Alcanzar el Ravid .
Y al verme , Eliseo lo supo.
Había llegado el momento de la gran aventura :
¡ El tercer << salto >> en el tiempo!
El Maestro nos esperaba ...
Su amor nos cubriría . >>.
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

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