martes, 21 de junio de 2016

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 6 - 19 de mayo , viernes ( 1 )

Eliseo , prudente , me dejó dormir . Fue un sueño dilatado . Profundo . Vivificador . Un descanso que hizo el prodigio . ¿ O no fue el sueño ? Veamos si soy capaz de explicarme ...
La nueva mañana se presentó espléndida . Luminosa . Los sensores de la << cuna >> ratificaron lo que teníamos a la vista  . Temperatura , a las 9 horas , 18 º  centígrados . Humedad relativa a un 47 por ciento .  Visibilidad ilimitada . Viento en clama .
Sí, una jornada primaveral ..., y distinta . Al principio , como venía diciendo , atribuí el cambio alsereno y reconfortante sueño . Pero , al poco , al asomarme a la plataforma rocosa del << portaaviones >> , empecé a intuir que allí ocurría algo más ... Las palabras , una vez más , me frenan y limitan .
Era una sensación . ¿ O debería hablar de un estado ? Casi no recordaba al Jasón del día anterior . Aquella fogosidad , aque ciego empeño por abordar el tercer << salto >> , parecían ahora una lejana pesadilla . Algo irreal .
¡ Dios , cómo explicarlo !
Por supuesto , lo contrasté con mi hermano . Y estuvo de acuerdo conmigo . Él también lo había percibido . Fue aparentemente  súbito , aunque sigo teniendo serias dudas ...
Era , sí , como si << algo >> invisible , superior , benéfico y sutil se hubiera derramado en nuestros corazones . << Algo >> que , obviamente , en esos instantes no supimos definir .
Era , sí , una sólida e implacable sensación (?) de seguridad . Una seguridad distinta a cuanto llevaba experimentando . Una seguridad en mí mismo  y , en especial , en lo que llevaba entre manos  . Una extraña e inexplicable  mezcla (?) de seguridad , paz interior y confianza . Todo se nos antojó distinto . Y al principio , quizá por estúpido pudor , ninguno de los dos nos atrevimos  a mencionar la palabra , el espíritu - no se como describirlo -, que aleteaba en mitad de aquella << sensación >> . Fue mi hermano quien valientemente  , abrió su corazón ...
- No consigo entenderlo - manifestó -, pero ahí está ... Algo o alguien ha abierto mi mente ... Y sé que mi vida ya no será igual ... Su espíritu , sus palabras y sus obras se han instalado en todo mi der ...
Entonces , arrodillándose , exclamó:
- ¡ Bendito seas ..., Jesús de Nazaret !
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

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