viernes, 30 de diciembre de 2016

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 7 - 19 de octubre , viernes ( 4 )

No tuvimos alternativa . Convenía armarse de paciencia y esperar al propietario del varadero . Algo me decía que la fortuna estaba de nuestro lado . El guiño de Jesús fue una señal ...
Si no recordaba mal , aquélla fue la primera vez que contemplamos a un Jesús de Nazaret << obrero >> . Y durante un tiempo quedé absorto . El Galileo se entregaba materialmente a lo que hacía . No importaba que fuera grande o aparentemente nimio . Se aislaba . Acariciaba la madera . Casi hablaba con ella . No regateaba esfuerzos . Y lo hacía con alegría , satisfecho y , como repetía sin cesar , << pendiente de las sorpresas con que le obsequiaba su Padre cada jornada >> . Al principio no entendí muy bien a qué se refería . Después , con el paso de los días , comprendí y participé encantado ...
Quizá no me he expresado correctamente . Hoy , en el siglo XX ,  al hablar de un astillero , imaginamos casi siempre una factoría en la que se construyen buques , generalmente de gran tonelaje . Éste no era el caso de los << astilleros >> existentes en las orillas del yam . Allí no se hacían únicamente barcos . El concepto era diferente  . Allí se explotaba el tanino que se extraía de la corteza de los árboles , se labraban anclas de piedra , se atendía la reparación de cualquier objeto o mueble de madera y , por supuesto , se fabricaban embarcaciones , aunque difícilmente superaban los diez o quince metros de eslora . El término << astillero >> era algo difuso y , sobre todo , poco relacionado con el mar . Los judíos nunca fueron marinos , al menos por vocación , como en el caso de los fenicios . En la Biblia se menciona muchas veces el mar - alrededor de doscientas - , pero casi siempre con reverencia o temor . Los navios eran generalmente , naves extranjeras , nunca propias . Y esto obedecía a una circunstancia eminentemente geográfica . En tiempos de Jesús , la costa de Israel carecía de puertos seguros y abrigados . Sólo el de Cesarea , levantado por Herodes el Grande en la antigua aldea siriofenicia de Estratón , ofrecía garantías a la navegación . El resto - Jope ( actual Jaffa ), Dor o la ensenada del Carmelo - sólo eran modestos fondeaderos en el que los pescadores se resguardaban de los vientos de África . Los navios de mayor calado tenían que fondear lejos de la costa , pendientes de los escollos y de unas playas traicioneras y cambiantes en la que las marejadas alteraban constantemente los fondos .
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio martinez

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