domingo, 11 de diciembre de 2016

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 7 - del 27 de setiembre al 10 de octubre ( 5 )

Dejó correr unos segundos . Paseó la agresiva mirada entre los presentes y fue alzando los brazos despacio , con teatralidad . nada cambió.
Los dedos se extendieron hacia el cielo , todavía dormido y violeta , y exclamó con aquella voz ronca y tormentosa :
- ¿ Sabéis que el espíritu del Santo está en mí ?
Eliseo , que veía al Anunciador por primera vez , se quedó mudo .
- ¿ Sabéis que os encontráis en un lugar sagrado ? ...
Y señaló las aguas del Yaboq.
Mi hermano , sin comprender , pisió que le explicara . Rogué silencio . Creía saber a qué se refería el predicador , pero no deseaba perder ni una sola palabra . El tono , arrogante , no me gustó ...
- En estas aguas , Jacob vio el rostro de Dios ... Luchó con Él y lo venció ... Entonces , Dios le cambió el nombre y lo yamó << Yisrael >> porque luchó con Dios ...
La gente , tan desconcertada como el ingeniero , miraba la corriente . Algunos , incrédulos , tocaron las aguas .
Yehohanan conocía bien las Escrituras . Estaba narrando - a su manera - el episodio de Jacob cuando vadeaba aquel mismo afluente del Jordán . El lugar ,, sin embargo , no era el paraje que refiere el Génesis . Nos hallábamos muy cerca de la desembocadura y Jacob , al parecer , luchó con el extraño << hombre >> mucho más al norte , aguas arriba , en lo que los arqueólogos llaman << Peni El >> ( Penuel ) o << rostro de Dios >> . La inexactitud , sin embargo , no parecía importar al predicador .
- Somos el pueblo santo porque luchamos con Dios y lo vencimos ... Él nos favoreció y nos llamó Israel ...  Nosotros vimos su rostro ... Ahora , Él reclama lo suyo ... El reclama la gloria de Israel , arrebatada por la iniquidad de los impíos ... Roma pagará ...
Los acampados , estupefactos , tradaron en reaccionar . Algunos , rendidos ante la elocuencia de Yehohanan , replicaron con gritos contra el invasor Fueron los menos . Esta vez , el gentío no se entregó . Y a pesar de la vehemencia del predicador , de sus gestos y del apoyo de varios de los asistentes , la atmósfera se mantuvo en calma . Los vendedores y lo percibieron y también los de las parihuelas  Y todos permaneciero en un segundo plano .
Autor : J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

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