viernes, 18 de septiembre de 2015

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 2 - 10 de abril , lunes ( 17 )

Comprendí . Si no recordaba mal  , las perlas - que no son otra cosa que  un aragonito - contienen un  alto porcentaje  de carbonato de cal ( un 84 por ciento ) , una sustancia que proporciona el color  - la conguialina  , en un 13 por ciento - y un  2,85 de agua . El primero , el carbonato cálcico , es una sal y se usa habitualmente  como antiácido , absorbente y antidiarreico . Supuse que el efecto antiácido  de la perla aliviaría  su pesada digestión . Y recordando que es insoluble en agua  y alcohol , me atreví a recomendarle que , en lo sucesivo , lo tomara a << palo seco >> . El procurador  desconocía mi facfeta  como << sanador >> y , entre los vapores del caldo , me propuso que me alistase en plantilla de mádicos . Prometí meditar tan atractiva sugerencia mientras ultimaba  los negocios que me reclamaban en la Galilea  .
La reunión tocaba a su fin . Pero , antes de despedirnos , Pilato , en muestra de agradecimiento , puso en mis manos  la misteriosa cajita de hueso . Le miré sin comprender .
- ¡ Ábrela  ! es para ti , con mi reconocimiento ....
Repetí la reverencia  y obedecí intrigado .
El estuche contenía  una esmeralda con una anémona  tallada . La examiné  entre vivas muestras de alegría  y gratitud  . Y el mareado gobernador  se inflamó de orgullo y satisfacción . Lo que procuré  ocultar , por supuesto , fue mi decepción . Al levantarla  y dejar que los rayos del sol la iluminara me di cuenta  que se trataba de una  habilidosa falsificación . Sin duda , una crisopresa .
Pero , como digo , me cuidé muy mucho de contrariar al ufano anfitrión .
Prometió recibirme en Cesarea - de acuerdo con lo convenido - y , tras solicitar su permiso para interrogar a la patrulla que había montado guardia  en el seplucro del nazareno , nos retiramos de su presencia .
A decir verdad , mi entrevista con seis de los diez infantes - cuatro se hallaban de servicio en las torres - tampoco arrojónuevos datos sobre el suceso . Civilis , siempre presente , constituyó una inestimable ayuda  . Pero los jegionarios no supieron explicar lo ocurrido. Nadie se aproximó al lugar y nadie movió las losas . Eso quedó claro . En cuanto al desmayo colectivo , silencio . Ni uno solo , como era de esoerar , supo darme razón . <<  Sus cabezas se llenaron de un poderoso zumbido y cayeron a tierra , como muertos . >> Cuando volvieron en sí , algunos vomitaron . Eso fue todo lo que pude sacarles .
Autor : J.J.benitez
Un abrazo
Antonio martinez

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