domingo, 27 de septiembre de 2015

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 2 - del 11 de abril , martes - al 14 , viernes ( 33 )

La aceptablememoria de la SEñora me permitió reconstruir lo esencial de dicho viaje .
El esposo , buen conocedor  de los peligros que amenazaban a los viajeros , eligió la ruta más corta , aunque no la más cómoda : la del Jordán .
En su primer día  llegaron hasta el monte Giloboa . Allí , a orillas del río , acamparon y pasaron la noche .
- Recuerdo que nuestros pensamientos  y el tema constante de conversación - precisó Maria - era el hijo que estaba a punto de nacer . José seguía reprochándome mi locura  . No le faltaba razón . No se qué hubiera sido de nosotros  si el pequeño llega a presentarse al pie de aquella montaña ...
Al día siguiente , de madrugada , reanudaron la marcha . María se encontraba perfectamente . Almorzaron junto al monte Sartaba , que domina el valle del Jordán , y , al anochecer , entraron en la ciudad de Jericó . No tubieron problema pata encontrar una posada .
- Despues de la cena  , José , otros peregrinos y yo hablamos de muchas cosas  : de la odiosa ocupación romana  , de Herodes , del empadronamiento y sus defastas consecuencias  para el pueblo y hasta de la influencia de Jerusalén y Alejandría  como centros de estudio y de cultura judíos.
El 20 de agosto , también al alba  , atacaron la última etapa de su viaje . Avistaron Jerusalén hacia el mediodía  y , despues de visitar el Templo , prosiguieron camino hacia el sur : a Belén .
- ¿ A qué hora llegasteis ?
- Poco antes del ocaso....
Aquella parte de la narración resultaría igualmente esclarecedora .
-  La posada estaba al completo - continuó la Señora - y , como la noche se echaba encima , nos dirigimos  a la casa de los parientes de mi marido . Fue imposible  . Todas las habitaciones se hallaban igualmente ocupadas  . Decepcionados y cansados , volvimos al albergue  . No sabíamos que hacer . Allí nos informaron que , dada la gran afluencia  de viajeros  , habían  decidido dasalojar los establos  situados en el flanco de la peña , justo debajo de la posada ...
- ¿ Para qué servían esos establos  ?
María me observó indecisa . Pero , comprendiendo que era extranjero , pasó por alto tan absurda pregunta .
- ¿ Para qué podían servir ? : para los animales de las caravanas y como almacén de grano .
- ¿ Y qué oasó ?
La Señora notó mi impaciencia .
- ¿ Por qué tienes tanto interés , Jasón ?
Esta vez respondí con la verdad .
- Me interesa todo ( absolutamente todo ) lo relacionado con el Maestro .
Autor J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

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