sábado, 19 de septiembre de 2015

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 2 -- 10 de abril , lunes ( 23 )

Pero eso no es todo . La sangre , en lugar de penetrar y empapar los hilos  de la sábana  , se había escurrido entre la trana  , traspasando la tela . Al principio lo atribuimos  a un proceso de fibrinolisis  . ( La permanencia del Nazareno en la cruz secó buena parte de sus heridas , convirtiendo los puntos y chorros de sangre  en coágulos  . Las mallas de la fibrina  actuaron  como una especie  de << muro >> , que sujetó los cargamentos de glóbulos rojos . Después , siempre como una posibilidad  , esa fibrina  pudo ser reblandecida a causa de la deshidratación  del cadáver y de los álcalis  derivados de la humedad amoniacal . )El doctor Barbet ya había escrito sobre este fenómeno , afirmando que , quizá , << en el hambiente húmedo de la cueva  , la sangre seca experimentó un reblandecimiento , dando lugar a una pasta  más o menos blanda , que terminó por impregnar el lino , originando unos  calcos  de gran nitidez . >> Pero esta hipótesis  presentaba  inconvenientes . Por ejemplo : la profusa hemorrajia  ocasionada con motivo del descenso del madero y en el transporte del cuerpo hasta  la tumba . En esta inevitable manipulación del cadáver  , la sangre  contenida en una de las cavas  había aflorado por lam herida de la lanzada , corriendo por gravedad a todo lo ancho de la zona dorsal , a la altura  de los riñones . Este reguerón no tuvo tiempo material de secarse al aire y , sin embargo , tampoco había empapado los hilos de la mortaja  en un proceso normal de capalaridad . Todas las manchas de sangre examinadas por mi compañero eran superficiales . La explicación de la fibrinolisis no resultaba , por tanto , convincente . En resumen , no pudimos  o no supimos  esclarecer el fenómeno . A no ser , claro está , que guardase alguna relación con el también oscuro y complejo asunto de las << manchas doradas >> . Pero dejaré este apasionante capítulo para el final .
Fue la cruda realidad que teníamos ante nosotros - la misteriosa desaparición del cuerpo de Jesús  - la que nos obligó a revisarlo todo y con extrema cautela . Incluida la sangre  . Eramos conscientes  de que aquellos coagulos  habían pertenecido al Hombre de la Cruz pero , en ese afan por desentrañar el enigma , los sometimos también a las más variadas pruebas de laboratorio..
Casi 72 horas después del fallecimiento , la sangre de aquel lienzo presentaba un tipico color rojo oscuro . En algunas zonas había empezado a ennegrecerse . Eliseo tomó varias muestras , rascando los coagulos  con una paleta  de aluminio - debo recordar que no podíamos  destruir el lienzo ni someterlo a maceración alguna  , ni siquiera en agua  , como hubiera sido lo aconsejable  en una prueba de << cristales de Teichmann >> - y llevó a cabo los ensayos preliminares y concluyentes de sangre , las pruebas de identificación como muestra humana , de individualidad , grupo sanguíneo , sexo , etc.
Autor : J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

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