miércoles, 16 de septiembre de 2015

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 2 - 10 de abril , lunes ( 4 )

Observó los restos de mi hematoma  oero , discretamente , no preguntó . Y en silencio cruzamos el patio cuadrangular de tan tristes recuerdos  . Todo respiraba rutina . Los infantes libres de servicio , como en otras ocasiones , repasaban sus equipos . Algunos  , bien con la simple  y corta túnica  roja de lana  o abrigados con sus pesados capotes  de campaña  , jugaban a los dados  sobre las losas de dura caliza  grisácea . Esta vez  no había caballos  junto a la fuente  de la diosa Roma . Al pasar al lado del mojón de piedra al que fue amarrado el Cristo , las imágenes de los azotes volvieron  a mí , revolviéndome el estómago .
Al pie de la pulida escalinata de mármol blanco que llevaba al vestibulom y al despacho oval de Poncio , el centurión se cruzó con otro oficial . . Civilis golpeó amistosamente la coraza musculada  de cuero con su inseparable  uitis o vara de vid y el compañero se detuvo  . En latín y con evidente contento le recordó que todo debía  estar dispuesto para la marcha del día siguiente  . Me alegré  de la oportunidad de mi entrevista . Por lo visto - concluida la fiesta judía  de la Pascua  -, el procurador  y las fuerzas que le acompañaban  regresaban a Cesarea  , sede del representante del César en aquella área de la provincia de Siria , a la que pertenecía Judea .
Me sorprendió no ver los centinelas junto a la puerta labrada  del despacho del gobernador . Hasta ese momento había supuesto que nuestra reunión se desarrollaría en dicha estancia .
Civilis , al detectar mi despiste , me hizo un gesto . Y le seguí hacia el fondo del vestíbulo rectangular . Al llegar al muro de mármol chipriota  que cerraba el lado derecho se situó frente a un singular adorno : un escorpión de bronce , de unos cuarenta centímetros de longitud , clavado a la pared por una gruesa barra cilíndrca  de hierro que lo mantenía  ligeramente separado de la superficie del muro . Representaba el octavo signo del Zodiaco : el del emperador Tiberio .
El oficial hizo presa en la erguida cola del brillante arácnido y tiró hacia abajo con fuerza .
El bloque de mármol rechinó y , admirado , vi cómo una parte del paño giraba sobre un oculto eje , dejando al descubierto una portezuela de un metro escaso de altura .
El oficial se dispuso a entrar . Me miró y , por toda aclaración : comentó
- Cosas del viejo Herodes ...
Y un negro túnel se presentó ante nosotros .
Autor : J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

No hay comentarios:

Publicar un comentario

puede comentar todas las personas que lo deseen , con educación y respeto