martes, 15 de septiembre de 2015

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 2 - 9 de abril , domingo ( 184 )

Unas empinadas escalinatas  , alfombradas  , como el resto de la habitación  , con esteras  , facilitaban el acceso a la misma  . En el extremo opuesto  , en el ángulo izquierdo , el pavimento había sido horadado . Me asomé curioso  . Era un pocillo de unos treinta centímetros de  diámetro  que se comunicaba  , por lo que pude deducir  , con un sistema de alcantarillado , ya existente  entonces en el Templo y áreas adyacentes  del barrio bajo . El retrete  - porque de eso se trataba  - había sido rodeado con una tarima  cuadrada  de casi cincuentea  centímetros de lado  , que emergía  como quien dice - , en un canastillo de fibra de palmera  , se amontonaban varias esponjas  . Éstas , junto con el agua  depositada en las tinajas  que se alineaban  sobre la pared  , debían constituir los << útiles >> para la necesaria limpieza tras la evacuación .
Un gran armario y una serie de alacenas practicadas en el muro completaban el recinto . En aquellos  huecos  , en perfecto orden , el usuario del << cuarto de aseo >> podía encontrar de todo : desde << barrillas >> y natrón , que hacían las veces de nuestro jabón , hasta piedra pómez y un sinfín de frasquitos dem vidrio y cerámica , con afeites y perfumes : puch para las cejas y pestañas  y que los romanos  llamaban stibium ( una sustancia  de color azul negro a base de plomo ) ; hojas de al - kenna  , que da una ceniza  de una tonalidad amarilla  oscura y que servía  a las mujeres para pintar sus uñas  y palma de las manos  ; sikra  para los labios  y mejillas ; maceraciones de lirio en aceite  ; ónice , llamado también << uñas olorosas >> ; nardo y el no menos fresco y fragante perfume  de cinamomo y bálsamo de Jericó . Además  , peines de madera y hueso , cucharas , espátulas  y paletas de marfíl para extender los afeites  y varios y redondos espejos de metal pulido con mangos primorosamente  labrados en madera .
Los afilados y anchos cuchillos , que debían de servir al dueño de la casa para sus afeitados , apenas si ocupaban un riconcito entre semejante aesenal femenino . Como en nuestros días , la << invasión >> de las mujeres de entonces en los cuartos de baño era bien asumido por los hombres ...
Pero lo que más me llamó la atención de aquel << lugar secreto >> fue un pequeño cartel , colgado de una de las paredes . Más o menos rezaba así : << Cuanto más permanezcas aquí , más larga será tu vida . >> Minutos más tarde , al saludar a Elías , le pregunté sobre dicha leyenda  . Y el hombre , sonriendo pícaramente  , me aseguró que era un adagio extraido del Talmud .
- El Berakoth - añadió en tono de chanza - cuenta , incluso , que un viejo rabí llegaba a detenerse hasta veinticuatro veces en otros tantos << lugares secretos >> , en el camino entre su casa y la escuela en la que enseñaba .
Autor : J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

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