jueves, 2 de junio de 2016

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 5 - del 4 al 14 de mayo ( 120 )

Adulación . Tentativas para dividir . Proyección de responsabilidades . Mentiras frías , calculadas y sistemáticas . Omnipotencia . Conducta provocativa  .Ausencia de inhibiciones . Bruscos cambios de temperamento . Alta capacidad para medir la resistencia ajena  . Fino instinto para herir . Pensamiento vertiginoso . Nulo sentimiento de la autocrítica y juicio siempre severo y feroz con los demás . Ideas delirantes ...
Para que seguir . Y cerré el asunto de Jesús de Nazaret . Con aquel psicópata era difícil razonar . . No recordaba . No se sentía culpable . Peor aún : culpaba a los judíos . Los sucesos de la crucifixión , en suma , pasaron a la historia en su enferma y desgraciada mente .
Así era Poncio Pilato.
Y una deslumbrante y renovada Claudia Procla vino a rescatarme de tan amargas reflexiones .
La gobernadora , con una nueva e inmaculada túnica de lino blanco , se presentó feliz y radiante . Y como si nada hubiera ocurrido , fue a instalarse en el triclinio contiguo.
Poncio dejó de picotear . Y la mirada , turbia por el río de vino , quedó fija en el magnífico pectoral que colgaba del cuello de la gobernadora . Yo mismo - aunque por otras razones - me vi atrapado en el colorido y la fastuosidad de la delicada pieza . Entre marfiles , corindones y lapislázulis sobresalía una turqusa gigante , grande como un puño , trabajada en forma de pájaro con alas curvas y extendidas . Cuerpo y cabeza habían sido cubiertos con finas láminas de calcedonia verde semitransparente  que imitaban el escarabajo sagrado de los egipcios . Las garras , en plata , sostenían sendos lirios y lotos . Y sobre las pinzas del escarabeo , una barca ensamblada con esmeraldas , transportando el udjad , el ojo divino , en oro macizo .
Y el reflejo de las antorchas sobre el pesado colgante hizo parpadear al atónito gobernador .
Y la mujer , con una dasafiante sonrisa , tomó una copa de vino . La aproximó a la boca y , sin dejar de mirar a su marido , sumergió la lengua en el negro , espeso y caliente licor . Y sensual y vengativa , la paseó con lentitud por los finos y granates labios , humedeciéndolos .
Me eché a temblar .
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

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