De acuerdo con la información suministradas por las sandalia << electrónica ) , la salida del desfiladero de las Palomes tuvo lugar hacia las 08 horas y 10 minutos . Es decir , los dos kilómetros y medio de esta segunda etapa fueron cubiertos en cuarenta minutos . El ligero retraso obedeció a lo abrupto y al breve y accidentado descanso .
Al dejar atrás las alturas de Arbel , Bartolomé cesó en sus monocordes rezos . Guardó la filacteria que le oprimía las sienes y , descargando su corazón con un aparatoso suspiro , aproximó a los labios un saquito de cuero que colgaba permanentemente del cuello . Lo besó y , conjurado el peligro de los bandoleros y espíritus maléficos , aminoró el paso . Cuando la confianza fue más estrecha , el íntimo de Jesús me mostraría complacido su pequeño tesoro . Aquel amuleto consistía en una porción desecada de huevos de langosta . Como era obligado , yo le hice partícipe del mio , el que me obsequiara Juan Marcos en Jerusalén . Aquel día , al compartir los supersticiosos temores del << oso >> , terminé por ganarme su amistad .
A nuestros pies se abrió entonces una singular planicie , en forma de punta de flecha y de unos quinientos metros de longitud . Toda ella , a izquierda y derecha del rectilíneo camino que la seccionaba , aparecía cubierta por un monte bajo : unos arbustos de cincuenta centímetros de altura , muy ramificados e íntimamente entrelazados . Y al fondo , en la base de aquel triángulo verde y espinoso , la aldea de Arbel .
Natanael intercambió unas frases con el Zebedeo . Pero , dada mi posición , algo retrasada respecto a los discípulos y a la SEñora , no logré captar su significado . A cosa de cuatrocientos metros , casi al término de la senda , se divisaba un grupo de individuos y caballerías . Y deduje que los comentarios podían guardar relación con los personajes que teníamos a la vista . Allí , torpe de mí , volvería a equivocarme .
Al aproximarnos descubrí una partida de felah , el típico campesino palestino , afanada en la extracción y almacenamiento de los arbustos enanos que dominaban la planicie . Mis compañeros avivaron la marcha .
Autor : j:j:Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
Al dejar atrás las alturas de Arbel , Bartolomé cesó en sus monocordes rezos . Guardó la filacteria que le oprimía las sienes y , descargando su corazón con un aparatoso suspiro , aproximó a los labios un saquito de cuero que colgaba permanentemente del cuello . Lo besó y , conjurado el peligro de los bandoleros y espíritus maléficos , aminoró el paso . Cuando la confianza fue más estrecha , el íntimo de Jesús me mostraría complacido su pequeño tesoro . Aquel amuleto consistía en una porción desecada de huevos de langosta . Como era obligado , yo le hice partícipe del mio , el que me obsequiara Juan Marcos en Jerusalén . Aquel día , al compartir los supersticiosos temores del << oso >> , terminé por ganarme su amistad .
A nuestros pies se abrió entonces una singular planicie , en forma de punta de flecha y de unos quinientos metros de longitud . Toda ella , a izquierda y derecha del rectilíneo camino que la seccionaba , aparecía cubierta por un monte bajo : unos arbustos de cincuenta centímetros de altura , muy ramificados e íntimamente entrelazados . Y al fondo , en la base de aquel triángulo verde y espinoso , la aldea de Arbel .
Natanael intercambió unas frases con el Zebedeo . Pero , dada mi posición , algo retrasada respecto a los discípulos y a la SEñora , no logré captar su significado . A cosa de cuatrocientos metros , casi al término de la senda , se divisaba un grupo de individuos y caballerías . Y deduje que los comentarios podían guardar relación con los personajes que teníamos a la vista . Allí , torpe de mí , volvería a equivocarme .
Al aproximarnos descubrí una partida de felah , el típico campesino palestino , afanada en la extracción y almacenamiento de los arbustos enanos que dominaban la planicie . Mis compañeros avivaron la marcha .
Autor : j:j:Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
No hay comentarios:
Publicar un comentario
puede comentar todas las personas que lo deseen , con educación y respeto