domingo, 27 de diciembre de 2015

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 4 - El Diario ( 17 )

De acuerdo con la información suministradas por las sandalia << electrónica ) , la salida del desfiladero de las Palomes tuvo lugar hacia las 08 horas y 10 minutos . Es decir , los dos kilómetros y medio de esta segunda etapa fueron cubiertos en cuarenta minutos . El ligero retraso obedeció a lo abrupto y al breve y accidentado descanso .
Al dejar atrás  las alturas de Arbel , Bartolomé  cesó en sus monocordes rezos  . Guardó la filacteria  que le oprimía las sienes y , descargando su corazón con un aparatoso suspiro , aproximó a los labios  un saquito de cuero que colgaba  permanentemente del cuello . Lo besó y , conjurado el peligro de los bandoleros  y espíritus maléficos  , aminoró el paso . Cuando la confianza fue más  estrecha , el íntimo de Jesús  me mostraría complacido su pequeño tesoro . Aquel amuleto consistía  en una porción desecada  de huevos de langosta  . Como era obligado , yo le hice partícipe  del mio , el que me obsequiara Juan Marcos en Jerusalén . Aquel día  , al compartir  los supersticiosos temores del << oso >> , terminé por ganarme su amistad .
A nuestros pies se abrió entonces una singular planicie , en forma de punta de flecha  y de unos quinientos metros de longitud . Toda ella , a izquierda y derecha del rectilíneo camino que la seccionaba  , aparecía cubierta  por un monte bajo : unos arbustos de cincuenta centímetros de altura , muy ramificados  e íntimamente entrelazados . Y al fondo , en la base de aquel triángulo verde y espinoso  , la aldea de Arbel .
Natanael intercambió unas frases con el Zebedeo  . Pero , dada mi posición , algo retrasada respecto a los discípulos  y a la SEñora , no logré captar su significado  . A cosa de cuatrocientos metros  , casi al término de la senda , se divisaba un grupo de individuos  y caballerías . Y deduje que los comentarios  podían guardar relación con los personajes que teníamos a la vista . Allí , torpe de  mí , volvería a equivocarme .
Al aproximarnos descubrí una partida de felah , el típico campesino palestino , afanada en la extracción y almacenamiento de los arbustos enanos  que dominaban la planicie . Mis compañeros avivaron la marcha .
Autor : j:j:Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

No hay comentarios:

Publicar un comentario

puede comentar todas las personas que lo deseen , con educación y respeto