jueves, 24 de diciembre de 2015

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 4 - El Diario ( 4 )

Éste era el problema . Pues bien , a la vista  de lo que nos tocó vivir en aquel segundo y tercer <<salto >> en el tiempo , estoy convencido de que , a la larga , si estos  << viajes >> se repiten , los frutos pueden ser nafastos . Lo ocurrido a poco má de de dos kilómetros de Caná y en el resto del viaje  fue todo un aviso . Dicho queda .
Juan , intuyendo el problema  , se abalanzó hacia el descompuesto Natanael . También María  acidió en su ayuda . En cuanto amí , perplejo y sin saber a que atenerme  , permanecí en mitad del camino , aferrado a la << vara de Moisés >> y , supongo , con una perfecta cara de estúpido ...
Pero , ahora que lo pienso , observo con desolación que he vuelto a alterar el orden cronológico de esta nueva aventuta .  Es menester que este pobre y apresurado diario refleje los hechos tal y como sucedieron y , muy especialmente  , en el orden estricto en que se manifestaron . Así debe ser , en beneficio de la verdad . Solicito , pues , disculpas al hipotético lector de estas convulsionadas memorias . Fueron tantos y tan sugestivos  los sucesos  que nos tocó vivir que , como en esta ocasión , tengo la imperdonable tendencia a trastocarlos . Y aunque lo mío no es escribir  , me esforzaré por guardar ese natural e imprescindible orden .
Como venía diciendo , esta utilísima exploración fue acometida muy de mañana  . El desembarco en la orilla occidental del yam , al sus de la ciudad de Migdal , se efectuó con celeridad y suma discreción . Los relojes de la << cuna >> debían marcar las 07 horas y 15 minutos ...
Y Natanael , tomando la iniciativa , se puso en cabeza de la expedición , adentrándose en la llanura que nos separaba de Hamam , Inspiré con fuerza y , dirigiendo una última mirada al lejano promontorio en el que esperaba mi hermano , me situé inmediatamente detrás de Juan , cerrando la escueta comitiva . Una nueva y excitante aventura acababa de empezar .
Como narré en su momento , tras las dos asombrosas apariciones del Resucitado a orillas del mar de Tiberíades , sus discípulos  - divididos a causa de la fogosidad de Simón Pedro -, terminaron por pactar . Aguardarían al sábado , 29 de ese mes de abril . Si la tercera y discutida presencia del Maestro no se registraba  a lo largo del mencionado sabbat , el propio Pedro encabezaría  la misión de << proclamar la buena nueva de la resurrección y de la , según ellos , inminente llegada del << reino >>.
Autor : J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
¡ FELIZ NAVIDAD !

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