En aquel primer año escolar sucedió algo premonitorio . Era costumbre que cada alumno , al ingresar en la escuela , escogiera un texto sagrado sobre el que trabajaba y profundizaba - una especie de << texto universitario >> -, preparando una tesis que debía ser presentada al final del ciclo primario : a los trece años . Pues bien , Jesús eligió un párrafo del profeta Isaías que habla por sí solo , en relación a lo que sería su propia misión . El texto dice así : << El espíritu del Señor Dios está sobre mí , por cuanto me ha ungido Dios . A anunciar la buena nueva a lo pobres me ha enviado , a vendar los corazones rotos ; a pregonar a los cautivos la liberación , y a los reclusos la libertad... >>
Isaías , posiblemente sin saberlo , había profetizado el anuncio del gran Evangelio de Jesús .
El primogénito aprendió mucho en aquel año escolar , sacando igualmente un gran provecho de los sermones y pláticas de los sábados , en la sinagoga . En Nazaret , como en otros pueblos de la Galilea , existía una saludable costumbre : los sacerdotes y ancianos del lugar pedían siempre a los visitantes de relevancia que leyeran o se dirigieran a la comunidad en los habituales oficios sabáticos . De esta forma , el inquieto muchacho tuvo ocasión de escuchar a notables pensadores del pueblo judío , así como a otros - menos ortodoxos - que , sin duda , le hicieron meditar tanto o más que los primeros sobre las realidades religiosas del momento . Nazaret era uno de los veinticuatro centros sacerdotales reconocidos oficialmente en Israel . Sin embargo , su libertad a la hora de interpretar las leyes y preceptos religiosos - como sucedía en el resto de la Galilea - hacía posible estas intervenciones publicas tan << poco ortodoxas >>, impensables en la Judea . Es preciso recalcar esta importantísima circunstancia - la gran tolerancia religiosa de Nazaret - para entender mejor el futuro comportamiento del Maestro . Esto explica , por ejemplo , la costumbre de José de pasear cada tarde del sábado por los alrededores de la aldea , en compañía de Jesús . Entre la constelación de las prohibiciones establecida para el sabbat había una que marcaba , incluso , el máximo de pasos que podían darse . Por supuesto , << hecha la ley , hecha la trampa >> . Y esa dificultad para viajar o desplazarse en sábado era paliada con el truco del erub y de los dos mil codos , a partir de donde uno residía . ( Si en la vigilia del sábado se tenía la precaución de dejar dos comidas preparadas para dicha festividad , el punto elegido era considerado como una nueva morada . En consecuencia , los dos mil codos - un kilómetro , aproximadamente - se contaban desde este último falso << domicilio >> )
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
¡ FELIZ NAVIDAD !
Isaías , posiblemente sin saberlo , había profetizado el anuncio del gran Evangelio de Jesús .
El primogénito aprendió mucho en aquel año escolar , sacando igualmente un gran provecho de los sermones y pláticas de los sábados , en la sinagoga . En Nazaret , como en otros pueblos de la Galilea , existía una saludable costumbre : los sacerdotes y ancianos del lugar pedían siempre a los visitantes de relevancia que leyeran o se dirigieran a la comunidad en los habituales oficios sabáticos . De esta forma , el inquieto muchacho tuvo ocasión de escuchar a notables pensadores del pueblo judío , así como a otros - menos ortodoxos - que , sin duda , le hicieron meditar tanto o más que los primeros sobre las realidades religiosas del momento . Nazaret era uno de los veinticuatro centros sacerdotales reconocidos oficialmente en Israel . Sin embargo , su libertad a la hora de interpretar las leyes y preceptos religiosos - como sucedía en el resto de la Galilea - hacía posible estas intervenciones publicas tan << poco ortodoxas >>, impensables en la Judea . Es preciso recalcar esta importantísima circunstancia - la gran tolerancia religiosa de Nazaret - para entender mejor el futuro comportamiento del Maestro . Esto explica , por ejemplo , la costumbre de José de pasear cada tarde del sábado por los alrededores de la aldea , en compañía de Jesús . Entre la constelación de las prohibiciones establecida para el sabbat había una que marcaba , incluso , el máximo de pasos que podían darse . Por supuesto , << hecha la ley , hecha la trampa >> . Y esa dificultad para viajar o desplazarse en sábado era paliada con el truco del erub y de los dos mil codos , a partir de donde uno residía . ( Si en la vigilia del sábado se tenía la precaución de dejar dos comidas preparadas para dicha festividad , el punto elegido era considerado como una nueva morada . En consecuencia , los dos mil codos - un kilómetro , aproximadamente - se contaban desde este último falso << domicilio >> )
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
¡ FELIZ NAVIDAD !
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