miércoles, 23 de diciembre de 2015

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 3- del 24 , lunes , al 28 de abril , viernes ( 64 )

Esto era cierto , . Las personas piadosas de la Palestina  de Cristo estaban convencidas de que no podía  haber profeta  o Mesías ... , sin milagros  . Y el << el hijo de la Promesa >> , al menos hasta los catorce años  , no se había distinguido precisamente por dicha virtud . ( Con ocasión de la tercera << aventura >> descubriríamos  que el Maestro sentía un notable rechazo hacia esta  clase de manifestaciones , aparentemente << extranaturales >> .)
 A pesar de la tensa situación familiar , José se las ingenió  para ahorrar el dinero necesario , de cara al ingreso de su primogénito  en la escuela rabínica de Jerusalén  . Todo fue dispuesto - y bien dispuesto -  para ese gran momento . Las cosas  , al margen de estas  incomprensiones  , marchaban bien en el hogar  de Nazaret . Los ingresos  del contratista  eran sustanciosos  y en la casa no faltaban los alimentos  , los vestidos ni las blancas piedras pulidas que servían de pizarras y en las que escribían y practicaban los hijos del matrimonio . Jesús  fue autorizado a reanudar sus clase de música . El porvenir , en definitiva , parecía prometedor .
El 21 de agosto , María regalaría a su Hijo una espléndida túnica de lino confeccionada por ella misma .
- Jesús me abrazó emocionado , soltándome dos sonoros besos . Fue un día muy feliz ...
Un mes y cuatro días más tarde , aquella felicidad se convertiría en tragedia .
- No puedo ni debo ocultarlo , Jasón . Teníamos nuestras diferencias . Discutíamos ... Pero , en conjunto , la vida nos sonreía . Todo iba bien ....
La Señora bajó los ojos . Pero , tras unos segundos de vacilación , reanudó sus ex`plicaciones con idéntico coraje .
- Aquella mañana del martes , 25 de septiembre  , todo se vino abajo . Un mensajero apareció en el taller de mi hijo y le anunció que José había sufrido un grave accidente  . Al parecer , según dijo , había caído desde lo alto de una obra , en la residencia del gobernador , en Séforis ...
La reciente crucifixión de su Hijo y el recuerdo de aquellos  tristes momentos en Nazaret quebraron la voz de María . Y en mi garganta - no pude evitarlo - se formó un ingrato nudo .
- ... Jesús y el mensajero vinieron a casa y , como buenamente pudieron , me explicaron que José se hallaba herido .... Ninguno de nosotros  podía imaginar la gravedad de la situación . Quisimos creer que nada malo le sucedería  . Estábamos en un error  . Jesús se empeñó en ir a Séforis , aconsejándome  que me quedara en casa  . Me negué , por supuesto . Todavía no sé cómo ni de donde , pero eché mano de toda mi energía  y se lo prohibí . Era yo quien debía correr a su lado . ¡ José era mi marido , mi amor  ! Jesús obedeció y permaneció  al cuidado de los niños  . Yo , en compañía  de Santiago y del mensajero , salí al momento hacia la ciudad . Cuando llegamos  a Séforis , José había muerto.
Autor : J.J.benitez
Un abrazo
Antonio  Martinez
¡ FELIZ NAVIDAD !

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