jueves, 18 de febrero de 2016

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 4 - El Diario , 25 de abril , martes ( 156 )

Su veinte aniversario discurría sin mayores sobresaltos  . Según los datos recogidos de la familia  , aquellos  meses se distiguieron por una anormal placidez  , apenas rota por tres  hechos de cierta relevancia . Uno de ellos  , de especial  preocupación para María  : la incógnita  de la soltería de Jesús . Y la Señora  sostuvo  con Él una larga y trascendental conversación . ¿ Qué planes tenía  al respecto ? ¿ Cómo pensaba  enfocar su vida , una vez  liberado de sus obligaciones  familiares ? Estas cuestiones - que hoy  , con la perspectiva  de veinte siglos  , pueden parecer insensatas - no lo eran en el 14 de nuestra era . María  , tengo que insistir  , no podía imaginar siquiera  el rumbo que iba a tomar su primigénito . En su corazón anidaba  aún la creencia  de que Jesús  llegaría  a ser el Mesías prometido . Pero ello no implicaba  , ni mucho menos el celibato . Y en la sociedad que le tocó en suerte  al Maestro la soltería no era precisamente  el estado perfecto . El Génesis  ( I , 28 ) , con el mandato de Yavé . << creced y multiplicaos>> - había hecho del celibato algo anormal y siempre discutido . << Un célibe  - clamaban los rigoristas de la ley - no es verdaderamente un hombre >> Tan sólo las sectas de los esenios  y de los nazarenos ( a la que pertenecía  Juan el Bautista  ) practicaban el voto de castidad y , en muchas ocasiones , de forma temporal . El matrimonio - conviene no olvidarlo - era la máxima bendición . Y más aún , la prole  . Una familia numerosa  , a ser posible cargada de varones , era lo aconsejado por aquél Yavé bíblico y autoritario . <<  Don del Único son los hijos y es merced suya el fruto del vientre >> , rezaba el Salmo ( CXXVII y CXXVIII ). Uno de los usuales juegos de palabras  entre los hebreos - banim ( niños ) : bonim ( constructores ) - ponía de manifiesto esta arraigada costumbre . Los hijos eran como los jóvenes olivos . Las sucesivas dispersiones del pueblo elegido hacían aconsejable  - casi necesario - el incremento demográfico . De hecho , aunque en la época  de Jesús  se había reducido notablemente  , la poligamiaera una situación legalmente aceptada  . En caso de esterilidad  ( curiosamente sólo se reconocía  la femenina  ) , uno de los máximos aprobios  , el marido podía tomar concubinas o procrear con las esclavas y sirvientas  . ( Así ocurrió con Abraham y con Jacob ) Y con el tiempo , lo que  había nacido por estrictas razones de esterilidad  , terminaría convirtiéndose en un hábito , al menos  para los pudientes  . Los pobres , como es lógico , no podían aspirar a mantener a dos o más mujeres .
Autor : J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

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