martes, 16 de febrero de 2016

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 4 - El Diario , 25 de abril , martes ( 148 )

El hijo , con razón , trató de intervenir . La polémica , por mi culpa  , empezaba a desbordarse . Aun así , aquella natural y espontánea discusión terminaría  beneficiándome . María no le permitió hablar .
-... ¿ Crees que no sé que te oposiste a la venta del arpa ?
- ¡ Naturalmente ! - replicó Santiago -. Porque no era justo . Había otros procedimientos  para costear los estudios de Judas ... Y ya ves de qué sirvió . ¿ Tengo o no tengo razón , Jacobo ?
El cuñado , entre dos fuegos , no se atrevió a pestañear .
- Muy bien - desvió la Señora su indignación hacia el hijo político -, ¡ atrevete a darle la razón !
- Pero yo ...
La voz de Jacobo se apagó antes de arrancar . Y cayendo en la cuenta de lo que había insinuado Santiago poco antes , María hizo un quiebro en la pelea , interrogándole .
- ¿ Yo no sé ? ¿ Qué es lo que no sé ?
El galileo suspiró ruidosamente  . Y se encarceló en un elocuente silencio . Saltaba a la vista  que no quería hablar  .Y la madre  , moviendo la cabeza afirmativamente , se dio por enterada  . Creo que fue  una de las pocas veces que hice de moderador  . Tomé un trozo de pastel y , partiéndolo en dos , lo ofrecí sonriente a cada una de las partes en letigio , declarando conciliador :
- Veamos . Quizá ambos  llevéis razón ...
- ¡ Claro ! - fue el autoritario refrendo de la mujer .
- Claro - musitó el hijo con el convencimiento del que cree saber .
 - Bien , en ese caso - maquiné a mi favor -, dejemos que sea Jacobo quien exponga los hechos .
La solución fue aprobada  por unanimidad . Y así supe que , casualmente , antes de que finalizara aquel año 13 , Jesús  se vio forzado a vender su arpa . Jacobo , temiendo provocar el huracanado temperamento de su suegra  , fue avanzando con cautela . Afortunadamente  se limitó a los hechos  . Y María  , que sabia  respetar la objetividad , guardó silencio . En una de mis conversaciones  anteriores  - creo que con las tres mujeres  - se había  mencionado la venta  del instrumento musical que tanto agradaba a Jesús  . Me hablaron , incluso , de los dos miserables denarios  que le entregaron por el kinnor .
Autor : J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

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