viernes, 12 de febrero de 2016

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 4 - El Diario , 25 de abril , martes ( 133 )

Ni las pócimas , ni las fricciones de aceite , ni las sangrías de Meir  surtieron efecto . Para salvar la vida del niño hubiera sido necesario , amén de los antibióticos  específicos  , una rápida  apertura de una vía  aérea  , preferentemente de naturaleza nasotraqueal ( intubación por la nariz  ) o , en forma alternativa , mediante  una traqueotomía ( operación que supone la abertura  de la tráquea ). Nada de esto , como es lógico  , llegó a suceder . Y el indefenso Amós  siguió presentando el veloz y alarmante cuadro que le conducuría  a una horrible muerte : retracciones inspiratorias profundas suprasternales ( encima del esternón ) , supraclaviculares , intercostales y subcostales ( entre y debajo de las costillas . La faringe , con seguridad , aparecería inflamada  y la epiglotis , rígida y tumefacta  , se asemejaria  a una cereza roja . Si el bueno de Meir  hubiera dispuesto de algún antibiótico parenteral ( a suministrar por via distinta a la digestiva  o intestinal ). caso del cloranfenicol y la ampicilina , los resultados  quizá habrían sido diferentes . Pero eso , obviamente era como soñar.
Y el destino fue implacable . Amós , nacido el 9 de enero del siete , moriría  cuando le faltaban cinco semanas para cumplir los deis años . Era la segunda muerte en poco más de cuatro años .
- María casi le sigue a la tumba  - susrró jacobo -. Si la desaparición de José fue un hachazo . la del niño la destrozó física y moralmente . Y todos clamamos a Yavé . Por qué  ? ¿ Que pecado habíamos cometido ? El único que se mostró entero ( ¡ bendito sea su nombre ! ) fue Jesús  . Nadie le vio llorar . Pero tampoco consintió que sus familiares  portaran el cadáver de su hermano hasta la colina . Él mismo , con una serenidad y majestad envidiables , lo tomó en sus brazos  , presidiendo el cortejo fúnebre . Y al depositarlo junto a los restos de José  le besó y clamó con gran voz _ << Padre mío , esta es tu voluntad . Amós es tuyo y a ti vuelve . Y ahora líbranos de la tristeza : la verdadera muerte . >>
>> Y durante semanas  esta casa fue una garganta desierta . El pueblo desfiló por ella  de puntillas  . Nadia hablaba  . Y a pesar de los esfuerzos  y la permanente presencia de Jesús  , María se negaba a comer . Y llegó un momento en que temimos por su salud . hasta que cariñoso pero firme  , su Hijo posó las manos  sobre sus hombros y le dijo : " madre , la pena no puede ayudarnos  . Hacemos cuanto podemos  , pero no es suficiente . .
Autor : J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez                                      
                                                                                                                                                                                                                                          
                                                                                                                                                                                                                    
                                                                                                                                                                                                        

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