sábado, 6 de febrero de 2016

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 4 - El Diario , 25 de abril , martes ( 111 )

Y aunque en vida de Jesús  no llegaban a alcanzar la virulencia de los años  inmediatamente anteriores al cerco de Jerusalen por Tito , era innegable  que su fuerza  y presencia  constituían  una realidad para los ciudadanos . Inquietante para muchos  , esperanzadora para otros  y peligrosa para todos  . Entre sus íntimos  - algún día  tendré que referirme a ello -, El Maestro acogió a Simón , apodado el Zelota . No lo olvidemos . En la Galilea  , además  , se daba otro factor  que sólo conocen los historiadores  . Algo que contribuyó extraordinariamente al irreversible  fenómeno del crecimiento zelota . Me refiero a la fiebre de compras de terrenos  y propiedades  de los extranjeros . Media Galilea , incluyendo las ciudades  helenizadas , se hallaba en manos  de los comerciantes griegos , fenicios , romanos y egipcios . Esta << vergüenza nacional  >> estimuló aún más la ferocidad de los guerrilleros .
Y ocurrió que en dicho año once . de acuerdo a las tácticas nacidas en Jerusalén  y la Judea , algunos de los  << representantes >> del << brazo armado >> en la Galilea comenzarona << peinar >> la región , a la búsqueda de nuevos simpatizantes y afiliados  con los que poder formalizar y construir  << comandos >> de refresco . Y , naturalmente , Nazaret no fue una excepción.
Es curioso . Y entiendo que no debo ignorarlo . A través de las informaciones que me proporcionó la familia , y casi por sentido común , supe que antes de que los zelotas arribaran a la aldea , << ya sabían quién era el joven carpintero y hasta dónde llegaba su influencia entre la juventud del pueblo >> . Algo muy normal , por otra parte  , si consideramos  que los << servicios de información >> de dicho movimiento patriótico se ramificaban hasta los rincones más apartados . Al parecer , la campaña de los << celosos >> en la Galilea había sido un rotundo éxito . La juventud , masivamente , se había puesto de su lado . Pero ,  al entrar en Nazaret...
- Todo su engreimiento se desmoronó .
Jacobo , ante el respetuoso y significativo silencio de María , continuó sin rodeos ni medias tintas . Nunca podré agradecer suficientemente  su amor a lam verdad.
Autor : J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

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