sábado, 5 de diciembre de 2015

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 3 - 22 de abril , sábado ( 24 )

A las 11,45 se detenían a corta distancia de la cima . El Maestro , en pie , los esperaba .
A partir de esos momentos  , con la ayuda del << ojo de Curtiss >> y del resto del instrumental , nos entregamos a una febril labos de observación de la escena y , sobre todo , del enigmatico << cuerpo >> del rabí de Galilea .
Lo que aconteció en la cima de la colina  no fue fácil de comprender . El Señor los saludó , invitándolos a que se aproximaran . El Zelote , más impresionado que el resto , fue el último en llegar hasta Él . Y a una orden del Resucitado , los once se arrodillaron a su alrededor . Entonces , levantando el rostro hacia los cielos  , pronunció unas solemnes palabras . Más que hablar , Jesús gritó , pleno de seguridad , poder y majestad . Al oírle nos estremecimos .
- ¡ Padre mío , te traigo de nuevo a estos hombres : mis mensajeros ! De entre los hijos de la Tierra , he elegido a éstos para que me representen , como yo he venido representándote . ¡ Ámalos y acompañalos  , como tú me has amado y acompañado ! Y ahora , Padre mío , dales la sabiduría  , ya que pongo en sus manos  todos los asuntos del reino . Nuevamente , Padre mío , te doy las gracias por estos hombres y los dejo bajo tu guardia...
Aquello parecía una confirmación como mensajeros y embajadores del reino . Pero , al no conocer lo que había sucedido en vida del Maestro en aquella << montaña de la ordenación >> , fue imposible hacerse una idea exacta de la trascendencia de lo que el rabí decía y hacía . ( Durante el tercer << salto >> - creo que debo adelantarlo -,.  la escena en cuestión se repetiría  con los doce , y estos ex'ploradores comprenderían al fin su excelso significado . La << montaña de la ordenación >> , tal y como la denominaban Jesús y sus hombres , fue el lugar donde los íntimos  recibieron la designación << oficial >> como discípulos del Maestro . Una ceremonia  , en honor a la verdad , largamente esperada  por todos ellos . Pero no adelantemos acontecimientos )
Concluida la plegaria  , en mitad de un respetuoso silencio , el Resucitado  se acercó a cada uno de los presentes , colocando las manos sobre sus cabezas . En cada imposición , el Señor cerraba sus ojos  , permaneciendo así por espacio de varios segundos . Sólo Felipe y Simón Pedro - los más curiosos - se permitieron alzar ligeramente los ojos , espiando los movimientos de Jesús .
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
¡ FELIZ NAVIDAD !

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