Nada más perder de vista el mercadillo de los tirios , Juan Marcos se echó a la izquierda , entrando en un fétido y claroscuro laberintos de recovecos , pasadizos y callejones sin aparente salida . Aquello no eran calles . Era una demencial red de casuchas imbricadas entre sí , formando un dédalo infernal , apestoso , devorado por la humedad que roía la cal de las paredes de adobe y que me recordó las peores zonas de la Casba de Argel. Del interior de muchas de las viviendas ( ? ) , formadas en su mayoría por una única y cavernosa estancia , escapaba un vapor agresivo , con un penetrante olor urinoso , que me recordó el carbonato de sosa o natrum carbonicum . Al asomarme al negro umbral de una de las puertas ,medio percibí a dos o tres individuos chapoteando y restregando una serie de lienzos en el interior de un enorme lebrillo de barro .. En uno de los rincones , excabados en el suelo de tierra apisonada , un grosero hogas havía borbotear un gran caldero de bronce del que , justamente , se elvaba aquel vaho , comu´n a toda la zona . Eran los bataneros o << lavanderos >> , auténticos parias de la sociedad judía , paganos en casi su totalidad , luchando por espumar las mugrientas vestiduras de muchos de sus paisanos . Utilizaban para ello el natrón , unas pastillas de carbonato de sosa , importado de Siria y Egipto y que hacía las veces de nuestro jabón . Una vez lavadas , las túnicas , ropones , faldellines , etc , eran colgados entre casa y casa , convirtiendo los ya angostos y confusos callejones en un tendedero multicolor y chorreante . De vez en vez , a causa del irritante vapor , los bataneros carraspeaban , escupiendo sus esputos y salivazos en mitad de los atormentados e irregulares adoquines . Aquella sucia y repugnante costumbre , forzaba en realidad por las duras condiciones del oficio , había derivado , con el paso de los años , en un símbolo de impureza religiosa . Y aunque constituía un hábito generalizado en todas las clases sociales - incluidas las más refinadas -, el alambicamiento de las leyes y prescripciones religiosas había conducido a situaciones tan absurdas como la siguiente : el esputo de un pagano del barrio alto contaminaba ; el de un judío del sector opuesto - de la ciudad alta -no. La << contaminación >> , naturalmente , era de caracter ritual o religioso .
Autor : J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
Autor : J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
No hay comentarios:
Publicar un comentario
puede comentar todas las personas que lo deseen , con educación y respeto