Antes de partir de la casa de Elías Marcos , yo había solicitado de María , la dueña , un pequeño favor . La mujer consintió sin reservas ni recelos . Como extranjero , necesitaba de un guía que simplificase mis idas y venidas por la ciudad . En cierto modo , así era . Y el joven Juan Marcos saltó de alegría al recibir la autorización de su madre . Duante aquella jornada - << y todas las que hubiere menester >> , según la señora - podría encontrar a su benjamín , presto y encantado para servirme . Y gracias a la generosidad de tan entrañable familia , mis pasos por Jerusalén no fueron tan torpes ni infructuosos como en la primera aventura . A pesar de ello , como salta a la vista y como expondré poco a poco , el destino seguiría burlándose de mí ...
La razón por la que no acompañé a David Zebedeo hasta la mansión del anciano sanedrita de Arimatea fue casi banal . Pero así había sido establecida por Caballo de Troya y yo debía ajustarme a lo programado , siempre que fuera posible . Como ya mencioné , las siguientes y siempre supuestas apariciones del Cristo no se registrarian hasta el atardecer . El ocaso tendría lugar a las 18 horas y 22 minutos . Nos aproximábamos a la hora nona ( las 15 ) y , en consecuencia , al disponer de un relativo margen de tiempo , todos mis esfuerzos debían concentrarse en otro de los objetivos clave de la misión : el rastreo , localización y rescate del micrófono , involuntariamente extraviado . El farol en cuyo interior yo había disimulado la minúscula y sofisticada pieza electrónica - que por nada del mundo podía quedar perdida en aquel tiempo - resultó dañado en el par de movimientos sismicos registrados en las primeras horas de la tarde del viernes , 7 de abril .Y María Marcos había encomendado su reparación a uno de los artesanos en la ciudad alta . Ése , en fin , era mi siguiente e inmediato trabajo . Pero antes debía cumplir otro obligado y necesario trámite : cambiar parte de la medida libra romana en oro por monedas fraccionarias . Así que , confiado , me dejé llevar por el muchacho .
Sinceramente , si hubiera intentado repetir la travesía por aquel sector del barrio alto y en solitario , el fracaso habría sido mayusculo.
Autor :J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
La razón por la que no acompañé a David Zebedeo hasta la mansión del anciano sanedrita de Arimatea fue casi banal . Pero así había sido establecida por Caballo de Troya y yo debía ajustarme a lo programado , siempre que fuera posible . Como ya mencioné , las siguientes y siempre supuestas apariciones del Cristo no se registrarian hasta el atardecer . El ocaso tendría lugar a las 18 horas y 22 minutos . Nos aproximábamos a la hora nona ( las 15 ) y , en consecuencia , al disponer de un relativo margen de tiempo , todos mis esfuerzos debían concentrarse en otro de los objetivos clave de la misión : el rastreo , localización y rescate del micrófono , involuntariamente extraviado . El farol en cuyo interior yo había disimulado la minúscula y sofisticada pieza electrónica - que por nada del mundo podía quedar perdida en aquel tiempo - resultó dañado en el par de movimientos sismicos registrados en las primeras horas de la tarde del viernes , 7 de abril .Y María Marcos había encomendado su reparación a uno de los artesanos en la ciudad alta . Ése , en fin , era mi siguiente e inmediato trabajo . Pero antes debía cumplir otro obligado y necesario trámite : cambiar parte de la medida libra romana en oro por monedas fraccionarias . Así que , confiado , me dejé llevar por el muchacho .
Sinceramente , si hubiera intentado repetir la travesía por aquel sector del barrio alto y en solitario , el fracaso habría sido mayusculo.
Autor :J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
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