jueves, 3 de septiembre de 2015

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 2 - 9 de abril , domingo ( 116)

No era la primera vez  que oía un comentario como aquel . Para ciertos sectores de la  Plasestina del tiempo de Cristo , además de la pureza  de origen , existía otra realidad de gran peso social : los llamados oficios o profesiones  despreciables  , que rebajaban de forma más o menos  inexorable a quienes los ejercitaban . Y Jeremías hizo un magnifico estudio al respecto . Y llegaron a redactarse  hasta cuatro listas con estos trabajos repudiados y repudiables .
La verdad , como siempre  , se encontraba en un término medio . Aunque muchos de estos ificios  podían conducir a sus ejercitantes a la tentación del robo , de la picaresca  o de la mentira , la realidad , como digo , no era tan dramática  . Cierto que para muchos sacerdotes  , escribas, fariseos , y puritanos de la ley , todos los médicos , o pastores o buhoneros  eran unos indeseables . Oficialmente , por ejemplo , a los pastores  les estaba prohibida  la venta de lana , leche o cabritos . ( De suponía que podián ser productos  robados a los legítimos  dueños de los rebaños  o a otros pastores . ) Pero , en general , el pueblo liso y llano convivía encantado con estos artesanos , solicitando sus servicios cuando lo creía oportuno .
De todas , la advertencia de David  - presisamente por proceder de un hombre que consideraba justo y sincero - me puso en guardia  . Y al cruzar bajo la muralla  norte nos despedimos . Él siguió hacia el extremo meridional de Jerusalén y Juan Marco y yo , hacia el este  , en dirección al Templo .
Sus últimas palabras volvieron a sumirme  en la confusión :
- Amigo Jasón - manifestó sin rodeos  -, hace tiempo que te observo . Sé que otros , antes que yo , te han manifestado la misma pregunta  : ¿ dónde nos hemos conocido anteriormente ?Tu presencian me trae el recuerdo de otro griego muy querido , también llamado Jasón. Pero aquél podía ser tu padre ...
Y volví a negar , atribuyendo el hecho al azar . ¡ Estúpido de mi !
Si hubiera seguido su consejo , acudiendo con él a la mansión de José de arimatea , no habría tenido que lamentar , una vez más , mi escasa fortuna ...
Autor : J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

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