domingo, 6 de septiembre de 2015

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 2 - 9 de abril , domingo ( 134 )

En este nuevo supuesto , tropezaba  con otro no menos espinoso problema  : ¿ Qué podía  haber sido ese << algo >> real que , tanto la Magdalena  como las otras  . habían falsificado en sus mentes  , convirtiéndolo en una ilusión ? ¿ O no se trataba de una ilusión ?
Al carecer de elementos  de juicio , no quise plantearme  siquiera la o las posibles causas  de las alucinaciones en cuestión , suponiendo , repito , que fueran tales  . ( Por supuesto , algunas de las teorías  patogénicas  de las alucinaciones  no encajaban en el caso de María  ) Y dentro del capítulo psicriátrico de las clasificaciones  de losm trastornos  perceptivos  , según el canal sensorial , las denominadas << alucinaciones visuales >> tampoco encajaban  del todo con lo descripto por las hebreas . Las características en estas alucinaciones  varian extraordinariamente  : aparecen como elementales o complejos  , móviles o estáticas , en blanco y negro o en color , agradabel o amenazantes  ( que son las más comunes ) , de tamaño reducido o << liliputienses >> o o gigantes ( << gulleverianas >> ) .
Las descripciones que llevaba oídas - un Jesús estático , nada amenazante , en color y tamaño natural - constituían una enrevesada mezcolanza  que coincidía  a medias con los rasgos típicos  de las citadas alucinaciones << visuales >>. En suma : que estaba hecho un verdadero lío .
- Por favor ... - animé a la Magdalena  -. ¿ Qué ha sucedido ?
Suspiró , y entre gimoteos  , comenzó así ;
- Me hallaba aquí , con éstas , refiriendo las dos apariciones  del rabí en Betania cuando ...
No pude contenerme  . Al oír aquello reaccioné con brusquedad .
- ¿ Betania ? ¿ Dos qué ... ?
El tono no gustó a la de Magdala . Y José , conciliador , me rogó calma .
- Estaba hacia la mitad de lo sucedido en la casa de Lázaro - prosiguió ella  - cuando , inexplicablemente  , sentimos  frío . Fue una clara sensación  . Como de un viento helado . Nos miramos mutuamente  , en silencio , extrañadas ... Esa puerta estaba abierta , sí , pero afuera no hay viento ni hace frío .
A pesar de su evidente cansancio , María razonaba  con su habitual dominio y sentido común  . Y esto me hundió en una confusión mayor .
-  y , de pronto , en el centro del corro vimos la forma del Maestro.
Autor : J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

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