En este nuevo supuesto , tropezaba con otro no menos espinoso problema : ¿ Qué podía haber sido ese << algo >> real que , tanto la Magdalena como las otras . habían falsificado en sus mentes , convirtiéndolo en una ilusión ? ¿ O no se trataba de una ilusión ?
Al carecer de elementos de juicio , no quise plantearme siquiera la o las posibles causas de las alucinaciones en cuestión , suponiendo , repito , que fueran tales . ( Por supuesto , algunas de las teorías patogénicas de las alucinaciones no encajaban en el caso de María ) Y dentro del capítulo psicriátrico de las clasificaciones de losm trastornos perceptivos , según el canal sensorial , las denominadas << alucinaciones visuales >> tampoco encajaban del todo con lo descripto por las hebreas . Las características en estas alucinaciones varian extraordinariamente : aparecen como elementales o complejos , móviles o estáticas , en blanco y negro o en color , agradabel o amenazantes ( que son las más comunes ) , de tamaño reducido o << liliputienses >> o o gigantes ( << gulleverianas >> ) .
Las descripciones que llevaba oídas - un Jesús estático , nada amenazante , en color y tamaño natural - constituían una enrevesada mezcolanza que coincidía a medias con los rasgos típicos de las citadas alucinaciones << visuales >>. En suma : que estaba hecho un verdadero lío .
- Por favor ... - animé a la Magdalena -. ¿ Qué ha sucedido ?
Suspiró , y entre gimoteos , comenzó así ;
- Me hallaba aquí , con éstas , refiriendo las dos apariciones del rabí en Betania cuando ...
No pude contenerme . Al oír aquello reaccioné con brusquedad .
- ¿ Betania ? ¿ Dos qué ... ?
El tono no gustó a la de Magdala . Y José , conciliador , me rogó calma .
- Estaba hacia la mitad de lo sucedido en la casa de Lázaro - prosiguió ella - cuando , inexplicablemente , sentimos frío . Fue una clara sensación . Como de un viento helado . Nos miramos mutuamente , en silencio , extrañadas ... Esa puerta estaba abierta , sí , pero afuera no hay viento ni hace frío .
A pesar de su evidente cansancio , María razonaba con su habitual dominio y sentido común . Y esto me hundió en una confusión mayor .
- y , de pronto , en el centro del corro vimos la forma del Maestro.
Autor : J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
Al carecer de elementos de juicio , no quise plantearme siquiera la o las posibles causas de las alucinaciones en cuestión , suponiendo , repito , que fueran tales . ( Por supuesto , algunas de las teorías patogénicas de las alucinaciones no encajaban en el caso de María ) Y dentro del capítulo psicriátrico de las clasificaciones de losm trastornos perceptivos , según el canal sensorial , las denominadas << alucinaciones visuales >> tampoco encajaban del todo con lo descripto por las hebreas . Las características en estas alucinaciones varian extraordinariamente : aparecen como elementales o complejos , móviles o estáticas , en blanco y negro o en color , agradabel o amenazantes ( que son las más comunes ) , de tamaño reducido o << liliputienses >> o o gigantes ( << gulleverianas >> ) .
Las descripciones que llevaba oídas - un Jesús estático , nada amenazante , en color y tamaño natural - constituían una enrevesada mezcolanza que coincidía a medias con los rasgos típicos de las citadas alucinaciones << visuales >>. En suma : que estaba hecho un verdadero lío .
- Por favor ... - animé a la Magdalena -. ¿ Qué ha sucedido ?
Suspiró , y entre gimoteos , comenzó así ;
- Me hallaba aquí , con éstas , refiriendo las dos apariciones del rabí en Betania cuando ...
No pude contenerme . Al oír aquello reaccioné con brusquedad .
- ¿ Betania ? ¿ Dos qué ... ?
El tono no gustó a la de Magdala . Y José , conciliador , me rogó calma .
- Estaba hacia la mitad de lo sucedido en la casa de Lázaro - prosiguió ella - cuando , inexplicablemente , sentimos frío . Fue una clara sensación . Como de un viento helado . Nos miramos mutuamente , en silencio , extrañadas ... Esa puerta estaba abierta , sí , pero afuera no hay viento ni hace frío .
A pesar de su evidente cansancio , María razonaba con su habitual dominio y sentido común . Y esto me hundió en una confusión mayor .
- y , de pronto , en el centro del corro vimos la forma del Maestro.
Autor : J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
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