sábado, 5 de septiembre de 2015

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 2 - 9 de abril , domingo ( 128 )

El herrero se resistió a revelarme su secreto . Pero , tras asegurarle que sólo deseaba averiguar el lugar de origen del << misterioso matereial >> que permitía la confección de semejante arma  , me llevó a un pequeño cobertizo de paja  , mostrandome  una pastilla de unos 75 milímetros de diámetro , de color plomizo  y muy similar a los discos  usados en hochey sobre hielo . Era  el famoso wootz o acero fabricado en la India y que  - eso no quiso decirmelo - había empezado a llegarle regularmente con una caravana mesopotámicas .
En el tercer horno , siempre en el mayor de los secretos , el herreso sumergía la pieza de wootz a temperaturas que oscilaban  entre los 650 y 850 grados centígrados  , forjando después  el acero ( Los aceros con muy alto contenido de carbono son dúctiles en este intervalo de temperaturas) Al carecer de termómetro , estos ingeniosos herreros estiban las diferentes temperaturas por referencias antiquisimas , transmitidas de padres a hijos  , como la encontrada en el templo de Bengala , en el Asia Menor  . Decía así << Caliéntese el bulat ( acero de " Damasco " ) hasta que no brille  , tal como el sol naciente  en el desierto , enfríese después pos debajo del color de la purpura real , e introdúzcase en el cuerpo de un esclavo musculoso .... la fuerza del esclavo se trafiere a la hoja  y es la única que confiere su resistencia al metal . >>
Al margen de esta última y fantástica  << prescripción >> , la verdad es que las indicaciones de los colores  - << sol naciente  >> y << púrpura real >> eran bastante aproximadas . Alrededor de mil grados  Celsius  para el << sol naciente >> y unos ochocientos para la << púrpura real >> . Por último , las piezas eran templadas en salmuera caliente  , a unos 37 grados Celsius .
Debo confesarlo . Mi primer pensamiento fue adquirir aquel ejemplar << supersecroto >> - desconocido , incluso , para las legiones romanas  - y depositarlo en el módulo . Pero la acción no habría sido aprobada por Caballo de Troya  y , tal y como había  planeado , opté por obedecer mi impulso inicial : regalárselo , no ya a María , la madre del muchacho , sino a Elías , su padre . En el fondo , mi presente sería igualmente bien acogido por ambos .
Autor :J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

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