domingo, 6 de septiembre de 2015

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 2 - 9 de abrl , domingo ( 132 )

Aguardé expectante . Pero la entrada en escena del siervo frustó la aclaración del nervioso dueño de la casa . El esclavo había concluido su cometido  y preguntó al amo  si consideraba  necesario  reclamar la presencia de un médico . El de Arimatea  me repitó la cuastión  y , yo , convencido  de que los síntomas reflejaban únicamente  un trastorno pasajero  y de poca monta , negué con la cabeza . El inoportuno sirviente se retiró  y José , que parecía haber olvidado sus anteriores palabras , dio medial vuelta  , reincorporándose al grupo . María  , casi respuesta , se hallaba recostada sobre varios almohadones . Alguien le acababa  de proporcionar una copa de vino y , sorbo a sorbo , luchaba por entonarse .
el de Arimatea solicitó silencio . Y dirigiéndose a la de Magdala , le preguntó :
- ¿ Quieres repetirnos lo ocurrido ?
La mujer levanto los ojos . Nos miró con un infinito cansancio y accedió con un casi imperceptible movimiento de cabeza . Una solitaria lágrima había empezado a rodar `por su mejilla  derecha . Sentí lástima . Tres apariciones  , y en todas como testigo , era demasiado ... Aquella situación empezaba a preocuparme  seriamente  . ¿ Estaba la de Magdala en su sano juicio ?  ¿ No sería que la muerte de su adorado Maestro la había trastornado ? En aquellos momentos  lamenté  no haber indagado en los antecedentes de María . ¿ Qué había querido decir el evangelista  cuando asegura que la Magdalena  fue curada por Jesús , << expulsando de ella  siete demonios >>  ? ¿ Se trataba de algun tipo de enfermedad mental ? ¡ Quizá de una ninfomanía  ? ¿ O estaba refiriéndose a un contagio venéreo ? No podía olvidar sus años como protituta en la villa de Magdala .... Claro que la citada expresión -<< siete espíritus malignos o inmundos >> - podía ser igualmente una << clave >> o una imagen esotérica o cabalística , ala que eran tan aficionados los orientales . Y me prometí a mi mismo que a la primera  oportunidad hablaría con ella e intentaría  reconstruir  su << historial Clínico >> . A primera vista  , María era una mujer sana . Con demasiada experiencia para su edad  - fruto de su trabajo como cortesana -, valiente  y sincera .Se revelaba  contra la odiosa  e injusta  opresión  de sus compañeras en la sociedadjudía . Siempre me había llamado la atención su audacia y la claridad mental . Y , por enésima vez , me pregunté  si estaría siendo victima  de lagún tipo de alucinación  o de neurosis  . Dentro del complejo mundo de la psicopatología  de la percepción , el estado  afectivo del individuo puede condicionar gravemente la objetividad de lo que se observa  o de lo que se cree observar . Y el ánimo de María  , como el de muchos de los discipulos , se hallaba quebrantado por los últimos y funestos sucesos .
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

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