martes, 8 de septiembre de 2015

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 2 - 9 de abril , domingo ( 146 )

El dejar al hermano de Andrés  para el penúltimo lugar en aquel apresurado examen no fue casual . Pedro me interesaba especialmente  . Su contradictoria personalidad y cuanto llevaba  vivido desde el prendimiento de Jesús de Nazaret merecían un análisis detallado y lo más racional posible  . Su conducta  en aquella jornada  del domingo - lo creo sinceramente - no ha sido reflejada en su verdadera dimensión . Y es preciso conocerla para entenderle  y entender su gigantesca tragedia intrior ...
El fogoso pescador de Galilea  - eso entendí -había ido pasando por las siguientes  fases : tristeza , desmoronamiento y miedo durante las horas que siguieron a la captura  y crucifixión de su Amigo . En la madrugada  del primer día de la semana  , al conocer la noticia de la sepultura  vacía  y la supuesta  aparición  de Jesús  , irritación y un escepticismo brutal  , todo ello bañado en un creciente  pavor  a la policía  del Sanedrín . Después , al comprobar por sí mismo la veracidad del sepulcro vacío , unas dudas igualmente espantosas  que fueron perfectamente controladas y reducidas hasta quedar constreñidas a la << teoría del robo  del cadáver >>. Pero las noticias  y rumores  sobre nuevas apariciones siguieron multiplicándose  y Simón Pedro - que deseaba  como ninguno la << vuelta >> de su  Señor -, fue derivando hacia una posición más ductil y peligrosa a un mismo tiempo . Avanzado el día  , sin demasiados ánimos  para negar con la ofuacación de los primeros momentos  , el atormentado apóstol llegó a decir :
<< Pero , si ha resucitado y hablado con las mujeres  , ¿ por qué no se presenta ante sus apóstoles ? >>
Y un lamentable pensamiento empezó a cristalizar desde entonces en su corazón . Andrés estaba  convencido - así se lo había oído decir a su hermano  - de que Simón Pedro se sentía culpable ...
- ¿ Por qué ? le interrumpí  sin saber a dónde quería ir a parar .
Andrés movió la cabeza como si tuviera ante si a un niño.
- ¿ Y tú lo preguntas , Jasón ?
Lanzó una compasiva mirada sobre su hermano y continuó :
- Huyó como todos nosotros  y , a demás , renegó de Él .m Es natural que se sienta mal ...
Autor :J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

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