lunes, 11 de enero de 2016

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 4 - El Diario ( 95 )

El resto , incluidos familiares  , amigos  y personas de toda confianza , fervientes  seguidores , incluso , del Hijo del Hombre , no pudo o no supo aceptarlo . Y los problemas  de los escasos defensores  de la resurrección , lejos de disiparse  con las apariciones , se vieron dolorosamente  complicados  . Esta conversación fue el ejemplo de la permanente  lucha que deberían sostener los discípulos  y la propia Señora  . Una lucha que sólo el difícil ejercicio de la fe  podía modificar en victoria . Y si ese hombre , como sucedía  con Meir , era , además , un << científico >> , el autoconvencimiento sólo podía esperarse con hechos comprobados  ; nunca con palabras o testiminios más o menos interesados .
Bien entrada la noche , el ímpetu de María decayó . Y abatida se rindió al sueño , descansando su cabeza sobre el pecho de Natanael . Meir me sugirió que durmiera unas horas . Pero , intrigado por la personalidad y el saber de tan singular personaje , decliné la paternal invitación , incitándole con mis preguntas a entrar en los asuntos que me interesaban . Por supuesto que había oído hablar de las << milagrosas curaciones >> de Jesús . Allí mismo , al otro lado del pueblo , en la casa de Nathan,  varios servidores y María aseguraron que el agua de seis tinajas de piedra se había convertido en vino.
- Yo , querido y curioso amigo - se sinceró el anciano -, también probé el jugo de la vid . Y puedo asegurarte que era excelente ... Pero , aunque reconozco el poder del rabí de Galilea , no logro entender el prodigio . Lo has escuchado de mis labios : solo creo en lo que veo..., y lo que veo no merece la pena . Es muy posible  que , desde el punto de vista  de un hombre que observa  y estudia la Naturaleza , muchas de esas curaciones sólo fueran producto de la fe de las gentes . Mis métodos y medicamentos son racionales . ¿ O es que me consideras tan necio como para tratar de remediar el mal de Bartolomé tal y como señala el libro sagrado ?Eso fue desestimado ya en tiempos de Ezequías....
La prudencia y objetividad de Meir , que conpartía en buena medida , me animaron a bucear en los conocimientos de la medicina que practicaba  y que , a grandes rasgos , representaba  la ciencia más seria  y avanzada de los sanadores judíos contemporáneos  de Jesucristo .
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

No hay comentarios:

Publicar un comentario

puede comentar todas las personas que lo deseen , con educación y respeto