martes, 19 de enero de 2016

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 4 - El Diario , 25 de abril , martes ( 40 )

El espeso silencio fue roto por el súbito lloriquear de algunos de los niños . Y las madres , asustadas ante el feo desenlace  de aquel encuentro , se apresuraron a tomarlos en brazos . Pero el desafortunado  lenguaje del << hijo del trueno >>, , que volvía  por sus fueros  a la hora de castigar a sus enemigos  , despertaría agazapados renncores . Cuando los ánimos  parecían más sosegados  , alguien  , a empellones , se abrió paso entre la apretada  vecindad , encarándose altivo y desafiante  a los dos hombres que representaban y simbolizaban a la familia de Jesús . Lejos de reaccionar ante su despótico caminar , los allí reunidos  , al verle , retrocedieron con temor . Y la mayoría  inclinó la cabeza en señal de respeto y obediencia . Sólo Santiago y Jacobo se mantuvieron firmes y en guardia . Los acastañados  ojos del primero recorrieron la figura del avellanado viejo sin poder reprimir un rictus  de repugnancia . El << notable >> . a quien creí identificar por sus vestiduras sacerdetales - túnica blanca  de lino apretada  a la cintura  por tres vueltas de faja  y un gorro cónico , de identico tejido y color - y por lo avanzado de su edad , replicó con un mudo desden a la significativa  mirada del hermano del rabí . Y fue más allá  que Santiago . Inclinando la cabeza escupió sobre la espada que les separaba , proclamando con voz aguardentosa :
- Y dice Isaías : << La víbora  y la serpiente ..., si los apretaren , saldran víboras. >>
Quedé tan confuso como mis dos acompañamtes  . La cita del libro profético parecía sugerir  que la espada  - semienterrada en la arena - acabaría  transformandose en una víbora  . En otras palabras  : que el odio y la maldad , debidamente incubados , sólo engrendran odio y maldad..
Pero Santiago , buen conocedor  de las Escrituras , en las que profundizo gracias a su Hermano  , vino a replicarle con los versículos inmediatamente siguientes a los referidos por el torcido Ismael , el saduceo :
- Y tú , corrompido entre los corruptos  , ¿ te atreves a hablar así ? Escucha  ahora lo que dice Idaias : << ... Camino de paz no conocen  , y derecho no hay en sus pasos . Tuerce sus caminos  para provecho propio ... Por eso se alejó de nosotros el derecho . >>
Algunas risitas de complicidad y aprobación , a espaldas del sacerdote  , sólo contribuyeron  a empeorar las cosas . El apergaminado jefe del consejo se mordió los labios  , acusando el certero golpe . Al suponer que me hallaba  ante el viejo profesor de Jesús  una excitante curiosidad se apoderó de mi ya revuelto ánimo .
Autor : J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

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