domingo, 17 de enero de 2016

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 4 - El Diario , 25 de abril , martes , ( 30 )

Ahora , sus hijos , tan pacientes y bondadosos  como el viejo alfarero , seguían facilitandom trozos de barro con los que moldear sueños  y jugar a << construir ciudades >> . Al abrigo de la colina o de los muros , bajo la distante y adormilada vigilancia  de engordados gatos  , las niñas formaban grupos aparte  , jugando chillonas con unas enormes muñecas de barro o trapo . Algunos de estos jugetes  presentaban brazos  y piernas articulados  . Y otros , los más lujosos  y codiciados , disponían de agujeros  en la cabeza  por los que asomaban cordeles conectados con las extremidades  , de forma  que podían imitar el caminar de los humanos  . Aunque había visto jugar a los niños  de Jerusalén , Betania , Nahum y Saidan , la especial e intensa alegría  de la crecida prole de Nazaret no tenía igual . No supe de momento malo para ejercitar su desbordada fantasía  . Los vi correr , saltar y trepar toda suerte de muros  , apedreando a la nutrida población de gatos - no se si más numerosa que la de los propios  vecinos - o columpiándose entre los añosos olivares . Disponían de aros de madera  , rústicas peonzas con un clavo en el extremo  , caballos de arcillas provistos de ruedasy pelotas de trapo que golpeaban exclusivamente con las manos ,  al estilo de los actuales juegos de << cinco >>.
Un senderillo atravesaba el cinturón de huertos , alejándose pendiente arriba  , al encuentro de la cima . El monte a partir de esta menguada  y verde frontera  , se mostraba áspero , rocoso y poco amigo de dominaciones . Pensé trepar hasta la cumbre . Pero desistí ,  limitándome  a activar los cuatro canales de filmación simultánea alojados en la << vara de Moisés >> y que , como en las visitas a los anteriores núcleos  humanos , tenían la misión de registrar paisajes , escenas , y personas previamente seleccionados por Caballo de Troya .
Y alrededor  de la hora << quinta >> ( las once de la mañana ) , alcancé el extremo norte de la aldea iniciando el descenso , siempre con la referencia del Nebi a mi espalda , por el lado septentrional del << triángulo >> . Una segunda << calle >> - que recibiría el nombre de << norte >> . zizagueaba entre las casas  , interrumpida a cada  paso por los mencionados  taludes  y murallones de roca . A corta  distancia  de las viviendas  ubicadas  en esta zona  , burlando la pendiente  , corría una  ancha canalización  de piedra , cerrada con ladrillo , que arrancaba  en lo alto del flanco norte  del monte  , transportando  el agua potable  hasta la fuente  situada a las << puertas >> del poblado . En total , según mis estimaciones , alrededor de setecientos metros de acueducto .
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

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