domingo, 31 de enero de 2016

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 4 - El Diario , 25 de abril , martes ( 88 )

Miriam siguió sus palabras  con indulgencia .
- Lo hablé con Jesús  y , a pasar de sus sensatos  argumentos  . caí en una de esas crisis  de tozudez  . ¿ Por qué  no dar el paso ?
 Los argumentos  del joven << cabeza de familia >> no podían ser otros  que los de la triste realidad : << no era lo acostumbrado >>. Pero la mujer , intuyendo que la justicia  le asistía  , fue animando a su Hijo . Y un buen día  se presentaron ante el hazán , el jefe de la escuela - sinagoga .
No quise interrumpirla  . Sin duda se trataba del saduceo .
- Dialogamos , discutimos y , claro está , reñimos . Esa vibora ...
Había acertado . Y María  se removió inquieta sobre la estera .
- ... Esa culebra se dobló de risa al saber nuestras pretensiones . << Antes muerto ( sentenció ) que violar la ley de Moisés .>> ¿ Violar la ley ? ¡ Menudo sinverguenza ! Si este pueblo hablara  ... Era el momento esperado  . Al mentar la ley , yo misma  se la recordé . Y le solté en su cara  lo que reza la mismísima  Torá . Escucha y dime si no llevaba razón ...
María era imprevisible . Así que fui todo oídos .
-....  Y Moisés puso la ley por escrito y se la dio a los sacerdotes ... Y les dio esta  orden : << Cada siete años ,  tiempo fijado para el año de la Remisión , en la fiesta de las Tiendas  , cuando todo Israel acuda , para ver el rostro de Yavé tu Dios  , al lugar elegido por él , leerás esta ley a oídos de todo Israel . Congrega al pueblo , hombres , mujeres y niños , y al forastero que vive en tus ciudades , para que oigan , aprendan a temer a Yavé vuestro Dios , y cuiden de poner en práctica  todas las palabras  de esta ley . Y sus hijos , que todavía  no la conocen , la oíran y aprenderán a temer a Yavé nuestro Dios todos los días que viváis en el suelo que vais a tomar en posesión al pasar el Jordán. >>
Más que el contenido de aquel pasaje del Deuteronomio lo que me impactó fue el hecho de que conociera  la Torá . Quizá , como otras mujeres , había sido << secretamente instruida en su hogar .
- Y ahora dime : ¿ guardaban justicia mis palabras ?
Asentí , claro .
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

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