lunes, 9 de mayo de 2016

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 5 - del 4 al 14 de mayo ( 25 )

Y a punto de consumarse la segunda fase de la operación , en un tono enérgico los obligué a retirarse hacia la entrada del cuartel . Obedecieron con presteza , sin entender el porqué de aquella nueva , imperativa y bien estudiada demanda . Pronto lo descubrirían .
Y cinco minutos después de la << aniquilación >> , de acuerdo con lo programado , el microprocesador invirtió los ejes ortogonales de los swivels , << conduciéndolos >> a las posiciones angulares primitivas . Y las esbeltas Phoenix se materializaron instantáneamente .
Esta vez no hubo pánico . Esta vez , los atónitos testigos , como si de una victoria se tratase , estallaron en gritos de júbilo , arrojando al aire cascos , espadas y lanzas . Y alguien , borracho de alegría  , me propuso para general . Otros , igualmente aturdidos , solicitaron una inmediata entrevista con el emperador . Y sin poder evitarlo , centuriones y centinelas se arrojaron sobre este desconcertado explorador . Y aupándome por encima de sus cabezas , me pasearon como un héroe . Y alertado por el estrépito , el resto de la guarnición terminaría presentándose en el recinto . Y muchos , sin saber siquiera de qué se trataba  , se unieron al clamor general , coreando una palabra que me aterrorizó : << imperator >> Un título que se otorgaba a los que obtenían dos o tres grandes triunfos en los campos de batalla .
Y antes de proseguir quiero y debo hacer un par de reflexiones sobre este << incidente >>.
En primer lugar nos proporcionaría una visión y un cálculo exactos de lo que podía suceder si abusábamos de los medios técnicos a nuestro alcance . Durante un tiempo , en silencio , lamenté esta exhibición , que apunto estuvo de alterar los verdaderos objetivos de la misión.
Por último , la reacción de aquellos hombres - lógica y natural - sirvió igualmente para entender y compartir los sentimientos del Maestro cuando , tras llevar a cabo uno de sus portentos , se vio asaltado por una multitud enloquecida que pretendía hacerlo rey de Israel .
Dicho esto , continuemos con los acontecimientos tal y como se registraron .
Cuando al fin , mal que bien , conseguí que los ánimos  se calmasen , los centuriones - dispuestos a todo - aceptaron la propuesta , dando las órdenes oportunas para que fuera conducido , a la mayor brevedad , hasta la residencia del gobernador en la ciudad costera de Cesarea . Había logrado mi propósito , sí , a un precio que me repugnaba .
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

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