martes, 17 de mayo de 2016

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 5 - del 4 al 14 de mayo ( 58 )

Pero tampoco debemos extrañarnos . Nada más tomar posesión de su cargo ( año 26 ) , Poncio ya dio señales de esta peligrosa dolencia . De hecho , su mandato como gobernador de la Judea terminaría  bruscamente  ( año 36 ) , a causa de otra de sus << genialidades >> . Como se recordará , al llegar a Palestina , desafiando al pueblo judio y la normativa de Roma  , mandó platar en Jerusalén varias efigies del emperador Tiberio . Ninguno de sus antecesores , respetuosos con una tradición que prohibía las imágenes , había cometido semejante despropósito . ( la hostilidad , desencadenada  por frustaciones triviales , es una de las características  de los maniacodepresivos )Y miles de indignados hebreos se trasladaron a Cesarea , exigiendo la retirada de las imégenes . Y durante cinco días y cinco noches permanecieron a las puertas de la fortaleza . De pronto Poncio apareció ante la multitud . Y cuando creían que iba a ceder , aquel psicópata ordenó a los soldados que rodearan a los hombres , mujeres y niños . Y les advirtió que si no aceptaban la presencia de los bustos del César los despedazarían . Pero los judíos , ante las espadas desenvainadas , se arrojaron a tierra , declarando que preferían la muerte al sacrilegio . Y el gobernador , con una volubilidad típica de estos enfermos , cambió de parecer . Y las efigies fueron introducidas en el interior de la torre Antonia . ( Como mantiene Leff , en estos individuos , algunas ideas - el poder ilimitado , por ejemplo - adquieren auténtico carácter delirante . Solo un personaje seriamente trastornado podía ignorar las disposiciones del imperio al que servía , llegando a la frontera de la irracionalidad . )
También el incidente narrado por Flavio Josefo en su obra  Antiguedades ofrece una clara muestra del comportamiento anormal de Poncio . En otra extravagancia , típica de los maniacodepresivos , fue embarcarse en una aventura financiera sin medir el costo . E inició la construcción de un acueducto que debía abastecer Jerusalén desde los manantiales de Ain Atan, en las colinas situadas entre Hebrón y Belén . En total , 55,5 kilómetros . Y en una reacción tan aparatosa como descontrolada , achó mano del tesoro del Templo . Aquello , lógicamente , incendió al pueblo , provocando toda clase de disturbios  . ( Los negocios ruinosos , involucrando a propios y extraños , sin una mínima visión de sus consecuencias , son una debilidad más de estos hiperactivos .)
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

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