miércoles, 11 de mayo de 2016

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 5 - del 4 al 14 de mayo ( 32 )

Al contemplarla en la distancia quedé deslumbrado , como digo , por su absoluta y dominante blanqura . Todo en aquel gigantesco semicírculo de 3 000 hectáreas era plateado . Todo limpio y cuidado . Todo meticulosa y sabiamente diseñado .
La alta muralla , de un kilómetro de longitud , fue trazada como un arco protector que cubría la totalidad del flanco oriental . Y cada centenar de pasos , redondas y sólidas torres de vigilancia de diez metros de diámetro .
Por el norte , muy cerca de una de las tres monumentales puertas que perforaban la blanquísima caliza de la muralla , se alineaban en paralelos  dos acueductos de ocho millas ( 14,4 km ) que trasportaban las aguas del Carmelo .
Y a punto de cruzar bajo el arco de la puerta este ( en el centro geométrico de la muralla ) , el decurión , alzando la jabalina , saludó a la media docena de infantes que montaba guardia en las torres gemelas que despuntaban a cada lado del portalón . Y la decuria le imitó , levantando las diez picas . Y los centinelas replicaron con el brazo en alto .
Nada más traspasar la muralla los jinetes se detuvieron . Y obedeciendo una señal , variaron la formación . La mitad fue a colocarse a la izquierda y el resto protegió mi costado derecho . Y al paso , con las afiladas lanzas apuntando nuevamente hacia el exterior , envarados , graves y orgullosos , iniciaron la marcha por la arteria principal , el cardo maximus .
Instintivamente volví la cabeza . No me equivoqué . Uno de los soldados  , provisto de un espejo , hacía señales luminosas desde una de las torres  , en dirección al mar .
Y de nuevo aquel blanco insultante . Edificios , calles , plazas , fuentes , monumentos  , columnas , todo destellaba  con una claridad dificil de encontrar en aquella Palestina generalmente sucia , embarrada , polvorienta y hermanada con el adobe y la pobreza .
Y reconocí la maestría y el exquisito gusto del sanguinario tirano , tan escasamente conocido como ingeniero hidráulico y constructor . Herodes el Grande debió de sentirse satisfecho al concluir semejante maravilla .
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

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