jueves, 19 de mayo de 2016

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 5 - del 4 al 14 de mayo ( 66 )

Las dos vertientes de la cubierta abombada mostraban igualmente unas inconfundibles pinturas con cacerías de antílopes , hienas y avestruces y una serie de fieras huyendo de la comitiva real . Y para borrar toda duda , la esfinge del faraón , repetida cuatro veces , aplastando a sus enemigos bajo las patas de las caballerías y las ruedas del carro.
Y por enésima vez me negué a aceptarlo .
Aquella y las piezas examinadas en el << despacho >> eran idénticas a las descubiertas en la tunba de Tutankhmen .
Pero si la memoria no me traicionaba , el histórico hallazgo tuvo lugar a principios del siglo xx . Cien años después de fundación de la Egiptología por Champollión , lord Carnavon , su hija Evelyn y Howard Carter se asomaron maravillados al fastuoso sepulcro del joven rey egipcio . Y volví a preguntarme : si la tumba se hallaba sellada en el momento de la apertura , ¿ cómo explicar la presencia del ajuar funerario en el año treinta de nuestra era y en la lejana Cesarea ?
Sólo encontré una solución . Pero , como digo , tan fantástica que la rechacé de plano .
Si las piezas existentes en la fortaleza del gobernador de la Judea procedían de la tumba de Tutankhamen , ¿ qué fue lo descubierto por Carnavon y su gente ? ¿ Hubo dos sepulturas gemelas ? Aceptando la descabellada hipótesis , ¿ cuál era la auténtica ? ¿ La momia depositada en el tercer sarcófago y sacada a la luz por los arqueólogos en noviembre de 1922 correspondía a Tutankhamen? ¿ Eran falsos los enseres << propiedad de aquel loco ?
La verdad es que , conocedor de los frecuentes asaltos al Valle de los Reyes , la teoría de una doble tumba tampoco podía ser descartada . El faraón , por supuesto , sabía de este pillaje . ¿ Quiso burlar así a los profanadores ?.
Tenía que escapar de la mortificante incógnita . Tenía que interrogar a Poncio sobre la procedencia del tesoro. ¿ Cómo y donde lo había conseguido ?
Y necesitado de un respiro , acudí al tablero rectangular de piedra que se levantaba en el costado izquierdo del lecho y que , apuntalado por una columna de un metro de alzada , sostenía la bandeja de la fruta . Y hambrientodi buena cuenta de los presentes . Y obsesionado por el galimatías de Tutankhamen casi olvide la última estancia .
¿ Sorpresa ?
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

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