sábado, 21 de mayo de 2016

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 5 - del 4 al 14 de Mayo ( 74 )

Al principio no comprendí por qué los tirantes de metal no descansaban en lo alto de la pared . Parecían << flotar >> por detrás del muro , sujetos a << algo >> no visible desde el piso del tricinium . Después , en el transcurso de la agitada cena . Poncio se encargaría de desvelas el misterio .
El inmenso comedor se hallaba abierto por el oeste . Frente por frente al potón de bronce , en el segmento hacia el que había caminado el centurión , el largo muro aparecía interrumpido por un ventanal de dimensiones igualmente imperiales : ¡ treinta metros ! Unos toldos a franjas rojas y blancas , enrollados en pértigas , permitían el cierre a voluntad . La panorámica del mar era magnifica y la orientación , desde luego , perfecta .
Y en el centro geométrico de la sala , otro << capricho >> del gobernador : desde lo alto de la cúpula se precipitaban hacia una concha de mármol rosa de un metro de alzada un total de tres gruesas varas de agua . Aquel ninfeo o << castillo de agua >> superaba en estampa y valentía al célebre de Side y al << septizonio >> de Séptimo Severo , en Roma.
Y al avanzar hacia la rumorosa pila , el suelo crujió bajo los pies .
¡ Inaudito !
El piso era una playa artificial , pacientemente montada con ciento de miles de pequeños , pulidos y brillantes restos de conchas marinas , todos , absolutamente todos , blancos .
El << castillo de agua >> , cuyo sistema de bombeo no alcancé a descubrir , era alimentado por el mar . Y a pesar de la altura desde la que descargaba ( al rededor de diez metros ) , la cóncava estructura de la gran concha evitaba que se proyectara y salpicara el exterior . Y tube que reconocer , una vez más , lo poco que sabía de aquella intrépida civilización romana .
Alrededor de la << cascada >> , varios sirvientes ordenaban una treintena de triclinios , los estirados << sofás >> sin respaldo en los que se tumbaban los comensales . ( El nombre de triclinium , que se daba generalmente al comedor , procedía de la palabra que servía para designar estos << sofás >>. Originalmente entre los griegos , cada mesa ( clíne ) era rodeada por tres de estos asientos . De ahí la denominación de triclinio . Con el tiempo , sin embargo , la costumbre fue perdiéndose y las salas de banquetes terminaron reuniendo un número ilimitado de triclinios . También las mujeres dejaron de comer sentadas - como mandaba la tradición -, incorporándose a la fórmula masculina : recostadas y con las piernas colgando por la parte posterior .)
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio martinez

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