viernes, 20 de mayo de 2016

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 5 - del 4 al 14 de mayo ( 70 )

Se trataba de una talla en madera policromada . El supuesto << idolo >> aparecía sentado a la turca y con una malévola sonrisa que colmaba el redondo y mofletudo rostro . Presentaba los brazos articulados y caídos a lo largo del desnudo cuerpo . Guardaba cierta semejanza con la escultura del grupo egipcio de Seneb.
Y al descubrir el agujero de quince centímetros existente entre las cruzadas y cortas piernas , aclaré , como digo , la verdadera << naturaleza >> del monumento . Me hallaba , en efecto , ente el más insólito excusado que había visti en mi vida .
No hacía falta ser muy despierto para intuir que el huésped de aquella extravagante suite debía sentarse sobre las piernas del enano cada vez que quisiera satisfacer sus necesidades fisiológicas .
En cuanto a los brazos articulados , ¿ cuál era su función ? También quedaría despejada al instante . Bastaba tirar del derecho hacia el frente para que , al punto , el interior del pedestal se viera inundado por cuatro potentes manguerazos de agua salada . El izquierdo por su parte , al avanzar , ponía en funcionamiento un ingenieoso mecanismo que liberaba una fragante esencia de lirios .
Pero no terminaba ahí el << invento >> del gobernador ...
Al observar el rojo torso del enano creí interpretar el porqué de aquella figura concreta . El el pecho , en levantes caracteres latinos , podía leerse un nombre : << Gavio Apicio .>> Y aunque en esos momentos no supe quién era el el tal Apicio , imaginé que la estatua tenía mucho que ver con alguno de los enemigos de Poncio . ¿ Una burla ? ¿ Una venganza ? Ambas posibilidades encajaban en la sinuosa mente de aquel maniaco .
A mi regreso al módulo , << Santa Claus >> ofreció una posible solución al enigma . Al parecer , en tiempos de Augusto y Tiberio vivió en Roma un excentrico millonario - M. Gavio Apicio -, tan famoso por su fortuna como por sus dispendios . Aquel sujeto , de vida escandalosa y refinada , terminaría convirtiéndose en un mito , envidiado y odiado a partes iguales . Y , como decía , supuse que su << presencia >> en el retrete tenía que obedecer a una de estas razones , Puede que a las dos .
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

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