domingo, 15 de mayo de 2016

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 5 - del 4 al 14 de mayo ( 47 )

Siguiendo los textos  de Horacio , Virgilio y Apuleyo sobre ceremonias mágicas procuré adornarme con una rigurosa y refinada << liturgia >>.
Y ante la expectación  de mis acompañantes comencé desnudándome .
Poncio vigilaba con un temor reverencial.
Y aunque el faldellín no era blanco , ni de lino , ni tampoco con franjas púrpura , como aconsejaban los cánones  , di por bueno el gesto . Y tomando el cayado , o lituus , me aproximé al soldado nubio selecionado por el gpbernador . Y fiel a los escritos de Plinio , tracé sobre los espejos un imaginario templum o círculo , encerrando el él la hermosa talla negra . Y de espaldas a los intrigados espectadores aproveché para programar el microprocesador , suministrando los sencillos datos básicos : ébano , un volumen espacial suficiente ( un cilindro de dos metros de altura por uno de diámetro ) , distancia ( cinco metros ) y tiempo para la << aniquilación >>  ( tres minutos ) . Prudentemente , en previsión de posibles contratiempos , pospuse la fase de << materialización>> . Y el destino me iluminó....
Regresé junto a los ventanales y simulé que consultaba la posición del sol . Acto seguido , arrodillándome  junto a la mesa y en dirección al objetivo >> , levantando brazós y vara , entoné el obligado canto mágico .
Y en esos instantes , aburrido quizá por unos << preparativos >> que conocía  a la perfección , el gobernador se inclinó hacia Civilis , susurrando algo sobre el contencioso con los caravaneros .
Continué con las invocaciones a Hécate , diosa de las encrucijadas y del mundo subterráneo , a la Luna , protectora de la madre de los magos , y a circe , su hija , intentando captar al mismo tiempo la conversación en latín.
Abrevié la letanía , cerrando la monocorde canción con las siete vocales griegas .
Poncio elevó el tono , señalando a Civilis que << el barro del mar de Asfalto era un regalo sorpresa y que si no llegaba puntual cortaría las manos de los malditos fenicios >>.Me atreví a interrumpirlos , exigiendo silencio . Y el gobernador , conocedor de las reglas , se disculpó con una leve reverencia .
Autor : J:J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

No hay comentarios:

Publicar un comentario

puede comentar todas las personas que lo deseen , con educación y respeto