Y a las 05 , 30 horas , con los primeros alientos del alba , descendí hacia Nahum, evitando la senda que partía del circo rocoso . Negros rubarrones emcapotaban el lago y refrescaban la temperatura . El cambio podía ser bueno o malo , según se mirase . La lluvia llenaría los mermados depósitos de la << cuna >> , pero al mismo tiempo podría crearnos problemas en la marcha hacia Nazaret .
No tuve que aguardar en demasía . Aunque las citas en aquel tiempo no tenían nada que ver con lo que hoy conocemos y practicamos , mis amigos , a su manera , fueron puntuales . Hacia las 06 , 30 , la lancha que había capitaneado Simón Pedro atracaba al este del puerto , en uno de los muelles triangulares próximo al astillero de los Zebedeo . Me sorprendió ver a los gemelos y al jefe del caserón . Éste fue el único que desembarcó . Me saludo cordial y , con su proverbial parquedad de palabra , alzó la mano izquierda , despidiéndose del resto de los pasajeros de la barca . A continuación le ví desaparecer en dirección al astillero . Sin pérdida de tiempo me acomodé a proa , junto a la Señora . Y al punto , Juan , Bartolomé y los hermanos de Alfeo reemprendiendo la boga , costeando hacia Tabja . Estaba equivocado . Con gran sentido práctico , el Zebedeo prefirió cubrir aquellos kilómetros que nos separaban del wadi Haman - punto de arranque de la caminata -, no por el camino de la costa , sino por el lago . Ello nos proporcionaba un ahorro de energías - en especial para Mária - y un más rápido desplazamiento hacia nuestro objetivo . En los ojos de la Señora descubrí un especial brillo de alegría . Pero , durante la media hora larga que duró la travesía , apenas si hablamos . << Por razones de seguridad >> - según Juan -, el desembarco se llevó a efecto a media milla al sur del puerto de Migdal , en una playa desierta . La Señora agradeció con una sonrisa que le tendiera una mano y ayudara a descender a tierra . Al parecer , dada la inquietud reinante en el yam a raiz de las apariciones del Maestro , los íntimos - el Zebedeo el primero - creyeron oportuno evitar cualquier tipo de encuentro , en especial en las poblaciones que se asomaban al lago . << Tiempo habría - argumentó Juan , rememorando las ardorosas intenciones de Pedro - de enfrentarse a las gentes y hablar claro ... >>
Bartolomé y el Zebedeo cargaron sendos sacos de Viaje y yo , como uno más , me responsabilicé del pellejo que contenía el agua . Y rápidamente , tras un mutuo y lacónico << Que la paz sea con vosotros >> , Judas de Alfeo empujó la lancha hacia el yam , saltando al interior . Minutos después , los gemelos se perdían en la plomiza superficie de las aguas , rumbo a Saidan.
Y Natanael , tomando la iniciativa , se puso en cabeza de la expedición , adentrándose en la llanura que nos separaba de Hamam . Inspiré con fuerza y , dirigiendo una última mirada al lejano promontorio en el que esperaba mi hermano , me situé inmediatamente detrás de Juan , cerrando la escueta comitiva . Una nueva y excitante aventura acababa de empezar ...
Autor : J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
¡ FELIZ NAVIDAD !
No tuve que aguardar en demasía . Aunque las citas en aquel tiempo no tenían nada que ver con lo que hoy conocemos y practicamos , mis amigos , a su manera , fueron puntuales . Hacia las 06 , 30 , la lancha que había capitaneado Simón Pedro atracaba al este del puerto , en uno de los muelles triangulares próximo al astillero de los Zebedeo . Me sorprendió ver a los gemelos y al jefe del caserón . Éste fue el único que desembarcó . Me saludo cordial y , con su proverbial parquedad de palabra , alzó la mano izquierda , despidiéndose del resto de los pasajeros de la barca . A continuación le ví desaparecer en dirección al astillero . Sin pérdida de tiempo me acomodé a proa , junto a la Señora . Y al punto , Juan , Bartolomé y los hermanos de Alfeo reemprendiendo la boga , costeando hacia Tabja . Estaba equivocado . Con gran sentido práctico , el Zebedeo prefirió cubrir aquellos kilómetros que nos separaban del wadi Haman - punto de arranque de la caminata -, no por el camino de la costa , sino por el lago . Ello nos proporcionaba un ahorro de energías - en especial para Mária - y un más rápido desplazamiento hacia nuestro objetivo . En los ojos de la Señora descubrí un especial brillo de alegría . Pero , durante la media hora larga que duró la travesía , apenas si hablamos . << Por razones de seguridad >> - según Juan -, el desembarco se llevó a efecto a media milla al sur del puerto de Migdal , en una playa desierta . La Señora agradeció con una sonrisa que le tendiera una mano y ayudara a descender a tierra . Al parecer , dada la inquietud reinante en el yam a raiz de las apariciones del Maestro , los íntimos - el Zebedeo el primero - creyeron oportuno evitar cualquier tipo de encuentro , en especial en las poblaciones que se asomaban al lago . << Tiempo habría - argumentó Juan , rememorando las ardorosas intenciones de Pedro - de enfrentarse a las gentes y hablar claro ... >>
Bartolomé y el Zebedeo cargaron sendos sacos de Viaje y yo , como uno más , me responsabilicé del pellejo que contenía el agua . Y rápidamente , tras un mutuo y lacónico << Que la paz sea con vosotros >> , Judas de Alfeo empujó la lancha hacia el yam , saltando al interior . Minutos después , los gemelos se perdían en la plomiza superficie de las aguas , rumbo a Saidan.
Y Natanael , tomando la iniciativa , se puso en cabeza de la expedición , adentrándose en la llanura que nos separaba de Hamam . Inspiré con fuerza y , dirigiendo una última mirada al lejano promontorio en el que esperaba mi hermano , me situé inmediatamente detrás de Juan , cerrando la escueta comitiva . Una nueva y excitante aventura acababa de empezar ...
Autor : J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
¡ FELIZ NAVIDAD !
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