viernes, 11 de diciembre de 2015

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 3 - del 24 , lunes , al 28 de abril, viernes ( 2 )

Según nuestros cáculos - totalmente teóricos  , claro está - la distancia entre Nahum y Nazaret podían ser cubiertas  , a buen paso y sin contratiempos  , en un tiempo que quizá oscilase entre las cinco y seis horas . La ruta habitual , frecuentada por las caravanas procedentes de la tértil llanura de Esdrelón y de Damasco , comprendía  - según nuestras informaciones  - algunos puntos obligados  : el wadi Haman o Valle de las Palomas  , al suroeste de la ciudad  de Migdal ; Arbel y el desfiladero de los << Cuernos de Hitín >> y , desde este cplosal mazizo rocoso - siempre hacia el oeste -, dejando a la derecha los poblados  de Laví y el actual Tru´an, las colinas de Caná  . Desde aquí a Nazaret sólo restarían media docena de kilómetros  . La nueva aventura - lo confieso - me fascinaba . Recorrer , palpar y husmear hasta el último rincón de la aldea donde Jesús  había vivido tantos años era un reto y una oportunidad que no podíamos desperdiciar . Estaba seguro : de aquella visita surgirían esclarecedoras revelaciones sobre esa << vida oculta >> , como la califican - erróneamente por cierto - los cristianos . Y la emoción de lo desconocido levantó mi ánimo , eclipsando aquel decaimiento físico .
Durante este período de tiempo en el que me hallaría ausente , Eliseo se responsabilizaría  de la culminación de los estudios y codificación de todo lo relacionado con el << cuerpo glorioso >> así como de las observaciones y recogidas de muestras del yam , vitales para la no muy lejana tercera exploración . De mutuo acuerdo establecimos esa área de investigación en el triángulo formado por el punto de contacto , Tabja y Nahum . De momento , la cripta funeraria fue considerada como << zona prohibida >> . En caso de << alta emergencia  >> , mi hermano tenía órdenes rigurosas  : utilización primero de las defensas convencionales ( cinturón gravitacional , etc ) y , en el supuesto de tener que abandonar la ladera , traslado del módulo a los casi inaccesibles  picachos de Hittín . Sólo si fuera obsolutamente preciso debería recurrir  - en mi nombre - a la protección del hogar de los Zebedeo , en Saidan . Y rogando a los cielos para que nada de esto ocurriera , Eliseo y quien esto escribe se despidieron con un entrañable abrazo . La suerte estaba hechada .
 Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
¡  FELIZ NAVIDAD !

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