A media docena de pasos del Resucitado nos detuvimos . Nada habá variado en su aspecto exterior . Sus profundos ojos color miel estaban fijos en los de hermano . Le vomos dibujar una lenta y comprensiva sonrisa y , sin mediar palabra , avanzó hacia nosotros . Eliseo se estremeció . Pero , deslumbrado ante la majestuosa y serena lámina de aquel Hombre , no se movió . Y el Maestro , haciéndose con el filo de su manga izquierda m levantó la mano , enjugando el sudor que empañaba la frente y sienes de mi desconcertado amigo . La emoción y el agradecimiento corrieron por mis entrañas a la misma velocidad - supongo - que por las de Eliseo . Y , volviéndose hacia mí , comentó en un tonode cálido reproche :
- Sólo nuestro Padre , Jasón , es lo más sublime ...
Y dando media vuelta fue a sentarse sobre la hierba , de cara a la lejana Nahum . Nos miramos . Eliseo , sin poder creer lo que acababa de escuchar . Quien esto escribe , permanentemente desconcertado ante el poder de aquel ser . Y llamándonos por nuestros verdaderos nombres , nos invitó a que nos sentaramos a su lado . Obedecí al punto . Mi hermano , en cambio , mudo y tembloroso , siguió en pie . Sus ojos estaban prendidos en las matas de hierba recién aplastada por el rabí . Y Jesús , repitiendo la invitación con ambas manos , abordó sus pensamientos :
- Los espíritus , si eso es lo que crees que soy , no aplastan la hierba . También tú ... - aquí aparece el verdadero nombre de Eliseo - debes aprender a confiar . Y en verdad os digo que llegará el día en que no dudaréis y , al igual que mis embajadores de hoy , también vosotros ( de otra manera y en otro tiempo y lugar ) proclamaréis la buena nueva del reino .
- ¿ Nosotros ?
El Maestro , y no digamos yo , se alegró al oír la voz de mi compañero . Con cierto recelo terminó por acomodarse a mi izquierda . Jesús nos comtempló como se hace con un par de niños ansiosos de aprender .
- ¿ Por qué creéis que estáis aquí ?
La cuestión planteada por el Maestro parecía obvia . Su interpretación , sin embargo , no lo fue tanto .
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
- Sólo nuestro Padre , Jasón , es lo más sublime ...
Y dando media vuelta fue a sentarse sobre la hierba , de cara a la lejana Nahum . Nos miramos . Eliseo , sin poder creer lo que acababa de escuchar . Quien esto escribe , permanentemente desconcertado ante el poder de aquel ser . Y llamándonos por nuestros verdaderos nombres , nos invitó a que nos sentaramos a su lado . Obedecí al punto . Mi hermano , en cambio , mudo y tembloroso , siguió en pie . Sus ojos estaban prendidos en las matas de hierba recién aplastada por el rabí . Y Jesús , repitiendo la invitación con ambas manos , abordó sus pensamientos :
- Los espíritus , si eso es lo que crees que soy , no aplastan la hierba . También tú ... - aquí aparece el verdadero nombre de Eliseo - debes aprender a confiar . Y en verdad os digo que llegará el día en que no dudaréis y , al igual que mis embajadores de hoy , también vosotros ( de otra manera y en otro tiempo y lugar ) proclamaréis la buena nueva del reino .
- ¿ Nosotros ?
El Maestro , y no digamos yo , se alegró al oír la voz de mi compañero . Con cierto recelo terminó por acomodarse a mi izquierda . Jesús nos comtempló como se hace con un par de niños ansiosos de aprender .
- ¿ Por qué creéis que estáis aquí ?
La cuestión planteada por el Maestro parecía obvia . Su interpretación , sin embargo , no lo fue tanto .
Autor : J.J.Benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
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