miércoles, 9 de diciembre de 2015

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 3 - 23 de abril , domingo ( 8 )

El asunto quedó sentenciado cuando la Señora , dirgiéndose al contrariado Juan , intentó persuadirle  de algo que en el fondo  , parecia elemental : Su Hijo , casi con seguridad , en el caso de que volviera a presentarse  , lo haría  ante la totalidad de sus discípulos  . Nunca ante unos pocos . Pardójicamente , el que se había manifestado acérrimo defensor de la permanencia en Saidan , claudicó , comprometiéndose  incluso a << escoltarla >> hasta Nazaret . También la madre de Jesús  deseaba visitar a los suyos , y Juan , que no olvidaba las palabras del rabí  en la cruz , renunció noblemente a su idea  , disponiéndolo todo para el alba  de la siguiente jornada . En principio , por tanto , la Señora , el Zebedeo y Natael harían juntos el camino hasta Caná . Ni que decir tiene  que me apresuré  a unirme a la expedición . El Zebedeo acogió mi propuesta con tanta alegría  como alivio . << Los caminos - argumentó burlón - no son seguros y la compañía de un mago siempre es una garantía ... >> Encajé la chanza con deportividad . Concretada la reunión en el muelle de Nahum - entre las horas << prima >> y << tercia >> ( del amanecer a las 09 horas , aproximadamente ) -,  abandoné el caserón y la aldea . ¿ Qué más  podía pedir ? Inspeccionar Nazaret al amparo de la Señora  era una suerte  . Pero antes , esa misma y esquiva  fortuna me reservaba una amarga experiencia .
El viaje de vuelta  , esta vez en compañía de Mateo y el Zelote ( ambos tenían sus residencias oficiales en Nahum), fue bien hasta la citada ciudad . Hablamos poco . Los discípulos  , embozados en sus ropones  para evitar ser reconocidos  por los caminantes , tenían prisa por llegar . A eso de las 14,30 , hora y diez minutos despues de nuestra partida  de Saidan , avistamos la << ciudad de Jesús >> . Nos despedimos con frialdad . Yo proseguí por la calzada , a la búsqueda  del camino habitual de acceso a la << cuna >> , por el filo sur del promontorio . La tragedia planeaba ya sobre nosotros .
Rebasada Nahum , muy cerca del desvío que conducía a la bifurcación , empecé a presentir algo . Al efectuar la rudimentaría  conexión auditiva , con el fin de alertar a Eliseo de mi retorno , no obtuve respuesta  . Perplejo , presioné  una i otra vez mi oído derecho , repitiendo la llamada  . Era imposible que no me recibiera .
Autor : J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
¡ FELIZ NAVIDAD  !

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