miércoles, 9 de diciembre de 2015

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 3 - 23 de abril , domingo ( 7 )

El esenio me sonrió maravillado . La segunda extración fue tan rápida y certera como la primera . Guardé de nuevo el << instrumental >> y , tras una postrera  y rutinaria  exploración de los ya libres conductos  auditivos  , le mostré los molestos tapones . Los contempló atónito y , alzando sus azules ojos  , me sonrió , agradeciéndome  en silencio mi supuesta pericia como sanador  . ¿ Quién podía imaginar entonces que aquella elemental << curación >> me franquearía las puertas de su confianza ... y de su gran secreto ?
Digo yo que fue la Providencia . Quién sabe ...
Los objetivos  en la aldea de pescadores  se hallaban cubiertos  . El cerumen fue paseado como un trofeo , ganándome  - dicho sea sin ánimo de presunción - las felicitaciones de la parroquia y el cariño de los anfitriones . En cierto modo , aquellas muestras de afecto fueron una inyección de oxígeno . Sencillamente , me sentí feliz  . Conocía  , además , las inteciones del grupo : permanecer en el lago , al menos hasta en sábado , 29 . Ello facilitaba las cosas . Si no surgían contratiempos , parte de lo planeado por Caballo de Troya  podría desarrollarse  a lo largo de los próximos seis días . Más concretamente , la meticulosa investigación - << sobre el terreno >> - en la no muy distante Nazaret . Una  exhaustiva verificación , en suma , de los muchos datos reunidos hasta esos momentos acerca de la infancia y juventud  del Hijo del Hombre .
Con el sol brillando en el cenit , cuando me disponía  a retornar a la << base madre >> ocurrió algo providencial . Como decía , uno ya no sabe que pensar .
Cargado de razón , Bartolomé - cuya familia residía en Caná - anunció su intención de viajar hasta la mencionada aldea  , al oeste del yam , y abrazar a los suyos . La iniciativa  tuvo un efecto multiplicador  . Los gemelos  aplaudieron la idea , comunicando al resto que , por su parte , harían otro tanto , desplazándose a la granja  de sus padres en las cercanías de Gerasa  . Juan Zebedeo trató de abortar la << espantada >> , recordándoles la posibilidad de que el Maestro  se presentara de improviso . Sus pretensiones  se vendrían a pique cuando , haciendo causa común , Leví - apacible pero contundentemente - le hizo ver << que llevaban muchas semanas sin saber de sus mujeres e hijos y que justo era que atendieran también los asuntos terrenales >>.
- Nosotros , despues de todo - reprochó Felipe al Zebedeo , apoyando así las razones del ex publicano -, estamos en casa .
Autor : J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez
¡  FELIZ NAVIDAD !

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