viernes, 3 de abril de 2015

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 1 - 4 de abril , martes ( 27 )

José debió percatarse  de mi interés por aquellas piezas y , aproximándose , me explicó que se tratraba de un valioso vaso de diatreta  , recubierto con filigranas de plata . Había sido hallado en la Germania y constituía un ejemplar único en el difícil arte del vidrio , tan magistralmente practicado por los romanos . En cuanto a las piedras - de unos cinco centímetros cada una  -, formaban parte de otra colección singular . Eran antiguos proyectiles de honda , de pedernal y caliza , utilizados - según los antepasados de José  - por la tropa << especial >> de 700 soldados benjaministas zurdos , << capaces de disparar contra un caballo sin errar el golpe >> , tal y como cita el libro de los Jueces.
- Es muy posible - insinuó José  - que David utilizase una piedra similar en su lucha con Goliat .
Aquel breve encuentro con el venerable José  - que debería rondar ya los sesenta años - fue de gran utilidad para los planes que  Caballo de Troya había dispuesto para mí . Uno de mis objetivos , antes del anochecer del del jueves , era justamente entablar contacto con el gobernador romano en Jerusalén . Cuando le expuse mi deseo de celebrar una entrevista con Poncio Pilato , José se mostró dubitativo . Traté entonces de ganarme su confianza , explicandole que había trabajado como astrólogo al servicio de Tiberioy que , aprovechando mi corta estancia en Israel , sería de sumo interes para Pilato que pudiera conocer los graves acontecimientos señalados por los astros .
José , tal y como yo esperaba , manifestó una aguda curiosidad y prometió concertar la entrevista para la mañana del día siguiente , miércoles , siempre y cuando él pudiera estar presente . Accedí encantado.
Hacia las dos de la tarde , Jesús de despidió de José , el de Arimatea , subiendo por las empedradas calles hacia el muro sur del Templo . En el camino advirtió a sus amigos que aquél iba a ser su último discurso público. Pero sus hombres de confianza no hicieron comentario alguno . En realidad , sus corazones se hallaban sumidos en una profunda confusión . ¿ Es que el maestro , que había escapado siempre de las garras del Sanedrín , iba a dejar que lo capturasen ?
Autor : J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

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