martes, 28 de abril de 2015

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 1 - 5 de abril , miercoles ( 53 )

>> Pero el ladino de Caifás  no dejó traslucir  sus verdaderas intenciones  y evitando los planteamientos  de Judas , le respondió :  << Tú deberas acordar con el jefe de los levitas la forma de traernos a ese galileo esta misma noche  o a lo sumo mañana jueves , despues de la puesta del sol . Cuando nos haya sido entregado , recibirás tu recompensa . >>
>> Al escuchar las palabras del sumo sacerdote  , los ojos de Judas brillaron con una luz especial . Se sentía satisfecho y así lo manifestó públicamente  . Después salió de la sala  , celebrando una larga entrevista  con el jefe  de la policía  del Templo . Yo no pude retirarme  del consejo del Sanedrín  , pero , al rato , supe que los levitas , siguiendo las instrucciones del traidor  , habían fijado la detención del Maestro para la noche de mañana  , jueves , una vez que los peregrinos  y vecinos de Jerusalén se hayan retirado a sus hogares . Por el propio Judas , los levitas habían sabido que el Nazareno se hallaba ausente del campamento de Getsemaní y que , en consecuencia  , al no poder conocer con exactitud  el momento del regreso del Maestro , su captura  había sido aplazada hasta la noche siguiente . Con el fin de concretar  aún más los detalles  sobre el lugar y momento adecuados del apresamiento , el jefe de la policía  judía había pedido a Judas que se personase en el Templo durante la mañana del día siguiente .
Ultimada la secreta captura de Jesús , los sacerdotes allí reunidos respiraron aliviados , felicitándose  mutuamente  por la inesperada y providencial presencia de aquel renegado . Y allí mismo , después de una corta discusión , Caifás fijó ya el precio de la compra  de Jesús : treinta << sequel >> de plata . Algunos de los saduceos  , creyendo que el Sanedrín iba a cumplir su promesa  de glorificar a Judas , estimaron que aquel dinero era excesivo . Pero el sumo sacerdote les hizo ver y comprender que no eran esas sus intenciones ...
Un desolador silencio puso punto final a aquella reunión en casa de José , el de Arimatea .
Como muy bien había señalado Ismael , la suerte del Maestro estaba  echada ...., a no ser , claro , que aquellos dos hombres actuaran de inmediato.
Autor : J.J.benitez
Un abrazo
Antonio martinez

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