viernes, 10 de abril de 2015

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 1 - 5 de abril , miercoles ( 19 )

Procuré imitar a mi acompañante  , mientras intentaba  fijar en mi memoria los deralles más sobresalientes  de aquella estancia  . A ambos lados de la puerta se  alineaban cuatro grandes esculturas ( dos en cada uno de los paños  ). Las más próximas  a los centinelas  eran sendos bustos  , en mármol igualmente blanco . Las otras si pude reconocerlas  : se trataba de una réplica de las amazonas  que se guardaban actualmente en el  Museo Capitolino de Roma .
Los bustos , en cambio, me resultaron irreconocibles . Y sin poder contener mi curiosidad , pregunté  a José por el significado de aquellas cabezas  , sostenidas sobre magníficos pedestales cilíndricos .
El de Arimatea hizo un gesto de disgusto . Y casi a regañadientes me explicó que eran los bustos del César . Uno situado a la izquierda de la puerta , representaba a Tiberio adolescente . El otro, al Emperador en la actualidad .
- ....Esas estatuas  - continuó José - fueron motivo , hace ya algunos años , de grandes lamentos y dolor para mi pueblo .
Nada más llegar a Judea , Poncio Pilato - según el testimonio del anciano - situó dichas imágenes en Jerusalén , aprovechando la oscuridad de la noche  . El pueblo judíon no aceptaba la presencia de imágenes  - ni siquiera las del Emperador romano  - y aquello provocó una revuelta . Miles de hebreos acudierona Cesarea  , la capital de los invasores , suplicándole al gobernador que retirara las estatuas y que respetase así la tradición y las creencias de la nación judía . Pero Pilato no prestó atención , negándose a quitar las imágenes de Tiberio . Durante cinco días  y cinco noches , los judíos permanecieron en torna al palacio . En vista de la situación , Ponciom convocó a la multitud y , cuando todos creían que el gobernador romano se disponía a ceder , las tropas rodearon a los hebreos . El romano les advirtió entonces que , si no recibían las imágenes , aquellosm tres escuadrones les despedazarían . Y a una orden de Pilato , los mercenarios desenvainaron sus espadas . La muchedumbre , desconcertada , se echó rostro a tierra gimiendo y gritando que preferían morir a ver profanada su ciudad santa . Pilato , conmovido y maravillado por esa actitud , terminó por consentir  ordenjando que los bustos del César fueran retirados de Jerusalén y trasladados al interior del cuartel general romano : la Torre Antonia .
Autor :J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

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