miércoles, 24 de junio de 2015

Caballo de Troya - El Diario del Mayor - Tomo 1 - 7 de abril , viernes ( 225 )

La cabeza del rabí se clavó en el patibulum y su barba apuntó hacia el cielo , mientras el violento dolor  provocado por el mínimo giro de la muñeca  izquierda  hacía latir  con precipitación las paredes de la vena yugular externa , marcando las fosas  supraclaviculares  y los músculos del cuello como jamás he visto a un ser humano . Al inatante  , de la semicegada  herida de la muñeca  izquierda  surgieron dos reguerillos de sangre  , finísimos y divergentes , que corrieron hacia el codo .
El Maestro - a que precio - había logrado su propósito . Al elevarse su boca se abrió al máximo  y una bocanada  de aire fresco menetró en sus pulmones  , al tiempo que el hundimiento del vientre  dejaba al descubierto la cresta ilíaca de la cadera derecha .
El cuerpo del crucificado volvió a caer y Jesús  , bajando el rostro  , esbozó una sonrisa extraña . Aquel rictus me alarmó : no se trataba enn realidad de una sonrisa  , sino de otro síntoma de la tetanización  que le acosaba  y que en Medicina se conoce por << sonrisa sardónica >> : labios apretados  , con la comisura hacia afuera y hacia abajo .
María , al contemplar el desesperado esfuerzo de su hijo , bajó la cara y sus piernas flaquearon . Pero Juan y Judas la sostuvieron . Sus labios , apenas sombreados  por la luz de la antorcha  , empezaron a aletear y las profundas ojeras que corrían por encima  de sus altos  y afilados pómulos  se confundieron con la oscura e insondable amargura de unos ojos que , a pesar de todo , coservaban una singular belleza .
- ¡ Mujer .... !
La renqueante voz del maestro hizo que María y todos los demás levantaron el rostro. Y el semblante de aquella hebrea se iluminó.
- ¡ Mujer - repitió Jesús -, he aquí a tu hijo !
Juan secó las lágrimas con la palma de su mano derecha , mirando a su Maestro sin acertar a comprender .
Despues , desviando el rostro hacia el apóstol exclamó , casi sin fuerzas :
- ¡ Hijo mío ..., he aquí a tu madre  !
Autor : J.J.benitez
Un abrazo
Antonio Martinez

No hay comentarios:

Publicar un comentario

puede comentar todas las personas que lo deseen , con educación y respeto