martes, 30 de junio de 2015

Caballo de Troya - El diario del Mayor - Tomo 1 - 7 de abril , viernes ( 256 )

José de Arimatea  comprobó la posición del sol y apremió a Nicodemo para que le ayudara  a trasladar el cadaver hasta el recien extendido lienzo . El anciano se situó a la cabeza del Maestro y el amigo , a su vez , a los pies . Ambos  se inclinaron a un mismo tiempo  , José introdujo sus manos por debajo de los hombros del Galileo sujetándolo por las axilas . Nicodemo  hizo otro tanto , haciendo presa  por los tobillos del gigante  . Intercambiaron una mirada y , cuando consideraron que se hallaban dispuestos  , trataron de levantar el pesado cuerpo . Y digo que << trataron >> porque , por supuesto , sólo el de Arimatea consiguió levantarlo unos centímetros .
Lo intentaron por segunda vez , pero resultó igualmente  estéril . Los forenses  y aquellas personas que se han visto alguna vez obligadosn de mover un cadaver saben por experiencia que no resulta nada fácil . Y , mucho menos , si los puntos de sustentación no son los adecuados . éste era el caso de Nicodemo ...
Absolutamente impotentes para levantar al Nazareno , José  no tuvo más remedio que solicitar el concurso del oficial . Longino , comprendiendo la delicada situación de los hebreos  , suspendió el desclavamiento de Disma , que quedó colgado del patibulun . Uno de los soldados , más joven y robusto que José  , se hizo cargo de la parte superior del Maestro , Pasó sus brazos por las axilas  , levantando el tronco del cadaver . Al mismo tiempo , otro soldado flexionó al máximo las rodillas  del rabí , abrazando ambas piernas  a la altura de las corvas . El cuerpo del galileo formó entonces una << V >> y , con la ayuda de otros dos infantes - que situaron sus manos en los riñones y espalda de jesús  -, los ochenta u ochenta y dos kilos del hijo del Hombre  pudieron ser izados y trasvasados al lienzo .
El cuerpo fue depositado a unos 20 centímetros del extremo de la sábana  más cercano a las cruces , con la cabeza casi en el centro del lienzo . En aquel traslado de apenas cinco metros , la intensa flexión del tronco comprimio las vísceras torácicas y abdominales , dando lugar a una nueva hemorragía . Sin duda  , la presión vació una de las venas cavas ( posiblemente la inferior ) , y un ancho reguero de sangre brotó por la herida de la lanza , chorreando por el costado derecho y deslizandose a lo largo de toda la espalda , a la altura de la cintura .
Autor :J.J.benitez
Un abrazó
Antonio Martinez

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